De acuerdo a las gestiones realizadas por el ministerio de Educación, la Nación garantizó la permanencia de este proyecto nacional en las escuelas de la provincia de Santa Fe. Además, se anunció la ampliación de la red provincial a otras instituciones educativas.
El Ministerio de Educación de la provincia de Santa Fe, a través de gestiones realizadas con funcionarios de la cartera nacional, logró garantizar la continuidad del programa de “Orquestas y coros infanto-juveniles” en las escuelas en las que se desarrolla la actividad.
En el marco del diálogo permanente que se mantiene con el ministerio de Educación de la Nación, se decidió darle continuidad a aquellas orquestas que se enmarcan dentro del convenio entre la provincia y la Nación, que garantizó el sostenimiento financiero de las mismas para 2016.
Vale recodar que durante el acto oficial por el inicio del ciclo lectivo, el gobernador Miguel Lifschitz anunció la ampliación del programa provincial a otras escuelas de Santa Fe.
SOBRE EL PROGRAMA
Desde abril de 2009, Santa Fe incorporó las acciones del Programa Coros y Orquestas del Bicentenario incentivando las actividades culturales de niños y jóvenes de varias ciudades de la provincia. Las Escuelas Orquestas -desde su acción colectiva y transformadora a través de la música- se orientan al fortalecimiento de la inclusión, la igualdad de oportunidades y derechos entre niñas, niños y adolescentes, la calidad de los aprendizajes, y la participación ciudadana.
Este proyecto propone el diseño de orquestas y coros en las escuelas en las que se desarrollan programas socioeducativos del ministerio, como modo de incluir y retener a los niños y jóvenes en las escuelas, y proponer alternativas de mejora de la oferta educativa escolar.
El modelo colectivo de enseñanza musical de las orquestas y coros infantiles y juveniles surge en nuestro país como una herramienta educativa capaz de beneficiar a los jóvenes pertenecientes a las áreas poblacionales más castigadas, y significa una posibilidad para tender un puente hacia la reinserción de los jóvenes en la escuela y para el logro de una eficaz retención cuando su permanencia se halla en situación de riesgo.
Por otra parte, el acceso a los bienes culturales determina modificaciones en conductas y hábitos que trascienden a la vida cotidiana de los beneficiarios, con un particular reflejo en la autoestima y su proyección hacia un futuro de realizaciones.-