En Argentina ya se encuentra disponible una nueva droga que se convierte en la primera línea de tratamiento en pacientes con metástasis de un tipo de cáncer de mama muy frecuente. Se trata de una terapia innovadora que duplica el tiempo de sobrevida libre de progresión de la enfermedad al inhibir el ciclo celular de las células tumorales.
El palbociclib, que fue aprobado en diciembre por la Administración Nacional de Medicamentos y Tecnología Médica (ANMAT), está disponible para los pacientes desde mediados de mes. Está indicado en combinación con letrozol para el tratamiento de mujeres postmenopáusicas con cáncer de mama metastásico RE positivo HER2 negativo (RE+/HER2-).
En el país se diagnostican anualmente unos 19.000 nuevos casos de cáncer de mama. Si bien la mayoría se detecta en forma temprana eso no exime del riesgo de metástasis, ya que en 3 de cada 10 mujeres que reciben un diagnóstico precoz la enfermedad progresa en algún momento a metastásica, es decir, que el tumor alcanza otras partes del cuerpo como pulmones, hígado, cerebro o huesos.
Hasta la llegada del palbociclib -del laboratorio Pfizer-, la terapia hormonal con letrozol era la primera línea de tratamiento indicada aproximadamente en el 60% de las mujeres con cáncer de mama RE+/ HER2− (el resto, aquellas que con compromiso visceral o una enfermedad de evolución rápida y muy sintomática, debían ir directo a quimioterapia). “Ese tratamiento estándar nos daba un año en el cual la paciente podía vivir sin que su enfermedad progrese. Con el agregado de palbociclib este tiempo casi se duplica. Lo que a la paciente le da un control sintomático y una mejor calidad de vida”, sostiene Valeria Cáceres, jefa del departamento de Oncología del Instituto Angel H. Roffo.
“Poder agregar esto (palbociclib) y tener a la paciente casi dos años con la misma medicación nos permite a los médicos mejorar la secuenciación de la terapia, es decir, cuanto más tiempo una paciente puede estar con una línea terapéutica más va a tardar en llegar a la quimioterapia y por ahí en el medio se encuentra una ventaja terapéutica como esta”, añadió. “Desde el 2000, los conocimientos biológicos han hecho progresos increíbles. Que una paciente con metástasis hoy sea incurable (aunque sí tratable) no quiere decir que lo sea para siempre. Es incurable hoy, pero yo no sé qué va a pasar en un tiempo no tan largo”, coincidió Reinaldo Chacón, director académico y jefe del servicio de Oncología Clínica del Instituto Médico Especializado Alexander Fleming.
Clarin