Con el correr de los minutos, empiezan a conocerse los primeros detalles de la detención de Víctor Schillaci y Cristian Lanatta. De acuerdo con las primeras informaciones, los dos delincuentes se habían escondido en una planta de la arrocera Spalletti en los alrededores localidad santafesina de Cayastá. La detención se produjo luego de que el encargado de la fábrica fuese tomado rehén, según confirmó el cuñado de la víctima.
De acuerdo con su relato, el encargado, llamado Martín Franco, había ido a revisar las instalaciones de la arrocera por pedido del dueño de la empresa, quien se encuentra de vacaciones en Brasil. Su patrón le insistió en que fuese al lugar con dos policías. Su insistencia puede haberle salvado la vida.
«Mi cuñado vino con custodia policial y entró solo. Como veían que no salía, un oficial entró y vio que lo tenían retenido», detalló el cuñado, en diálogo con el canal TN.
Minutos más tarde, Lourdes, esposa de Martín Franco, dio más detalles de la toma de rehenes y la detención: «Mi marido los vio y pensó que eran de Prefectura, porque estaban con un uniforme verde. Por eso no tuvo miedo, pero después lo tomaron de rehén. Lo hicieron sentar en el piso. Como la policía no lo encontraba, empezaron a abrir las puertas y sorprendieron a los prófugos, porque no estaban con las armas en la mano. Las tenían en el piso. Ahí los capturaron».
Vecinos del lugar confirmaron luego que la policía sacó del lugar cuchillos y un fusil FAL con 20 o 22 cartuchos. Testigos aseguran haberlos escuchado pedir agua y comida, agotados por la fuga que los llevó hasta esa pequeña localidad santafesina.
El cansancio y la falta de alimento y comida fueron clave en la caída tanto de Víctor Schillaci y Cristian Lanatta como de su hermano Martín Lanatta. El sábado, el primer prófugo fue detenido en las inmediaciones de Cayastá luego de que se acercase a la casa de un vecino a pedir agua.
«Matame o entregame, pero dame agua», contó el vecino que le dijo Martín Lanatta. Temiendo por su vida, optó por darle agua y lo dejó ir. Inmediatamente después, llamó a la policía y lograron darle captura.
Después de 15 días, la fuga de los tres condenados por tráfico de efedrina y el triple crimen de General Rodríguez llega a su fin. Ahora queda por dilucidar cómo es que lograron escapar del penal de General Alvear el pasado 27 de diciembre.
infobae