Se termina un año más de nuestras vidas y cada una realiza su balance. Seguramente, para todos será que uno va envejeciendo y que a medida que ello pasa, toma dimensiones de años buenos o años malos. De años de aprendizajes y otros de plena dicha y felicidad.
Tal vez, cada año que termina, uno lo vive por la felicidad o la tristeza con que transito dicho calendario. Nos cuesta mucho entender que nuestra voluntad todo lo puede, que es ella la que nos permite cambiar nuestras vidas y hacerlas cada vez mejor, en familia, con amigos, con hijos queridos, con padres especiales, con amores verdaderos.
Pero todo esto se logra con la voluntad de hacer y de aprender. Aprender a amar, a elegir, a tomar decisiones, ya que luego de ella, se disfruta todo mucho más. Y al tomar decisiones, uno vive más en libertad lo que con sacrificio lo va logrando.
Y esa libertad se tiene que dar a cada paso que uno transito el año. En la calle, en la oficina, en el trabajo, en la casa; expresar cariño es una manera de vivir intensamente esa libertad que uno consigue. Dejemos por un rato la tecnología y demos paso al diálogo, al encuentro familiar, con amigos y donde la satisfacción interna colma de dicha nuestros corazones.
Dicen que las alegrías, cuando se comparten, se agrandan. Por lo tanto, hagámoslo y así nuestros corazones brillarán de felicidad… Feliz Año Nuevo…!!!