El Ministerio de Salud provincial, a través de la Dirección de Promoción y Protección de la Salud, brindó recomendaciones básicas ante la proximidad de la temporada de vacaciones de verano 2015-2016 para que la población adopte medidas preventivas para evitar eventos adversos a la salud.
En ese sentido, detalló la importancia de que se conozca la localidad donde viajará y destinos intermedios, teniendo presente si hay riesgo de algunas enfermedades y la necesidad de vacunas u otras medidas preventivas, así como llevar provisión adecuada de los medicamentos que toma regularmente (considerar prolongación de la estadía por cualquier imprevisto; llevar para una semana más).
También deben llevar una tarjeta identificatoria de las enfermedades que padece y el listado de alergias a medicamentos, al igual que las recetas de los medicamentos que está recibiendo, con el nombre de las drogas originales.
Previo a la partida, debe realizarse una consulta odontológica, consultando a su médico entre 4 a 8 semanas antes de viajar e informando del viaje para que lo oriente sobre cómo cuidarse.
Al viajar, es recomendable contratar un servicio de asistencia médica internacional. La atención médica no es gratuita en la mayoría de los países del mundo. Si está embarazada consulte con su obra social o seguro de viajero si tiene cobertura fuera del país. Tener presente que en general no cubren gastos para embarazos de más de 26 semanas.
Si usa anteojos o lentes de contacto, lleve un par extra y/o una copia de la prescripción médica. Si usa audífono, lleve otro par y la prescripción médica con las características del mismo, prepare un botiquín para su viaje y evite la exposición solar durante períodos prolongados y horas no recomendables (11 a 16 horas), utilizando protector solar con factor de protección mayor a 15.
Es importante, además, utilizar medidas de protección contra picaduras de insectos, tomar las precauciones necesarias para evitar enfermedades de transmisión sexual y usar preservativo.
Ascienda gradualmente en altitud para evitar el «mal de altura», no realizar actividad física intensa y descansar adecuadamente, los accidentes son la principal causa de enfermedad y muerte en viajeros; especialmente, los de tránsito son los más frecuentes. Utilizar el cinturón de seguridad y conducir con precaución.
Evitar el jet-lag (síndrome producido por el cambio de husos horarios). Durante el viaje comer liviano y evitar consumir alcohol. Consumir alimentos y bebidas seguros para evitar la diarrea del viajero.
Las actividades recreativas en el agua y en la playa pueden ser riesgosas. Debe ser cuidadoso con la fauna marina, evitando ser agredido por animales ponzoñosos. No acercarse a tocar animales silvestres o de la calle.
BOTIQUÍN DEL VIAJERO
Se aconseja llevar el botiquín del viajero dividido entre el equipaje de mano y el que se despacha. Los elementos a incluir son: solución desinfectante (tipo iodopovidona), gasas estériles, cinta adhesiva hipoalergénica, tijera, termómetro, jabón desinfectante, analgésicos, antihistamínicos (antialérgicos), antimicóticos, sales de rehidratación oral, tabletas potabilizadoras de agua, protector solar, repelentes e insecticidas.
De igual modo, se deben incluir los medicamentos prescriptos por el médico con motivo de la consulta pre-viaje (quimioprofilaxis para paludismo, tratamiento para la diarrea del viajero, entre otros) y la medicación que toma habitualmente y la receta médica con las drogas originales.
DIARREA DEL VIAJERO
La “diarrea del viajero” es el problema de salud más frecuente en los viajeros. Generalmente dura unos 5 a 7 días y en el 10 % de los casos puede prolongarse hasta dos semanas. En la mayoría de los casos el cuadro es auto limitado.
Por ello es importante tener en cuenta:
< Consumo de alimentos y bebidas seguros: beber solamente agua potable, utilizar agua potable para el enjuague bucal, evitar consumir hielo, consumir alimentos bien cocidos y preferentemente calientes, la carne y el pescado deben consumirse bien cocidos, y deben evitarse las formas crudas, evitar comer verdura cruda en ensalada.
< En cuanto a la fruta es mejor comprarla entera y pelarla uno mismo con las manos limpias, evitar consumir alimentos en puestos de venta callejeros, consumir alimentos que sean de la cadena de comercialización. No aquellos de elaboración casera, no tomar leche ni comer productos lácteos que no hayan sido pasteurizados.
PICADURAS DE INSECTOS
Las picaduras de insectos pueden ser causa de infecciones en la piel a consecuencia del rascado, y también transmitir algunas enfermedades infecciosas como dengue, malaria, chikungunya, leishmaniasis, fiebre amarilla, entre otras.
Para prevenir las picaduras de insectos se debe tener presente: usar ropa adecuada: mangas largas, pantalones largos, de preferencia de color claro, medias y calzado cerrado, usar sobre la piel descubierta repelentes que contengan DEET entre 15 y 30%. Repita la colocación del repelente cada 4 o 5 horas. No aplicar repelente sobre los ojos y la boca.
Asimismo, usar tul mosquitero (de ser posible impregnado con permetrina) sobre la cama, usar insecticidas en el interior de las viviendas (derivados del pyretrum): serpentines, espirales, tabletas termo evaporables, aerosoles y en caso de observar un insecto sobre el cuerpo no lo aplasten, soplen enérgicamente para ahuyentarlo.
EXPOSICIÓN SOLAR
Cuando se realizan actividades al aire libre es muy importante protegerse de la radiación solar, aún en días nublados. Los dos riesgos principales de la exposición solar son: las quemaduras solares (inmediato) y el cáncer de piel (a largo plazo).
Los recién nacidos y niños pequeños no deben exponerse al sol independientemente del tipo de piel.
Existen muchos productos que protegen del sol y que se clasifican como protectores o bloqueadores según las sustancias que contienen. La potencia de la protección contra las quemaduras solares se calcula en términos de Factor de Protección Solar o FPS. Una protección con FPS 15 bloquea aproximadamente el 93% de la radiación ultravioleta, y una con FPS 30 bloquea el 96%.
La loción debe aplicarse 15 a 30 minutos antes de la exposición y puede ser aplicada nuevamente 15 a 30 minutos después de iniciar la exposición, y se debe renovar cada dos horas, o bien después de lavarse, nadar o en el caso de transpiración profusa.
El dermatólogo debe indicar cuál es el factor de protección adecuado de acuerdo con el tipo de piel y los antecedentes del individuo.
Si presentan fiebre se debe consultar inmediatamente al médico.
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