En la provincia hay marcadas diferencias regionales en el modo en que vive la población: desde tener inodoro a tener acceso a una obra social, la desigualdad tiene múltiples rasgos.
El investigador de UNL-Conicet Néstor Javier Gómez realizó una investigación que releva los índices de la calidad de vida de los municipios de la provincia de Santa Fe. En este estudio, para medir el índice de calidad de vida (ICV) se tomaron los siguientes indicadores: Niveles educativos. Acceso a obra social. Hacinamiento en el hogar (más de 2 personas por cuarto). Condiciones de la vivienda (si tiene inodoro con desagüe). Tasa de mortalidad infantil. Infraestructura: acceso a cloacas, gas natural y red de agua. Calles pavimentadas. Cantidad de casas de fin de semana (casaquintas).
En el ranking están claras las diferencias históricas entre el norte, centro y sur de la provincia. Las zonas con situación más favorable son las del centro-sur hacia el oeste. “Sunchales, Esperanza, Casilda, Armstrong o Cañada de Gómez. En contraposición, los de menor índice son todos los municipios norteños: San Cristóbal, Frontera, Las Toscas, Villa Ocampo, Vera, Calchaquí, San Javier.