SEMANA DE LA PASTORAL SOCIAL – La semana de la Pastoral Social, “Mar del Plata 2015”, se realizó del 26 al 28 de Junio con el lema «Globalización de la Indiferencia o Globalización de la Solidaridad».
Se puso de manifiesto la importancia que tiene desde el punto de vista social éste evento, por el sólo hecho de mencionar el doloroso dato estadístico de que en nuestro país mueren 23 chicos menores de un año diariamente, siendo 14 las muertes por causas absolutamente evitables, en particular por no tener acceso a una alimentación adecuada.
El colocar esta reunión bajo este lema se basa en la conocida posición pública del Papa Francisco, que contrapone a la cuestionada Globalización de la Indiferencia su reclamo de expandir sin límites la Solidaridad.
Dichas consideraciones fueron expuestas en varios de sus escritos y últimamente en la Encíclica Papal LAUDATO SI y anteriormente en la Encíclica EVANGELII GAUDIUM, en las que además de denunciar el escándalo de la pobreza, señala la necesidad de revitalizar la Iglesia con la recomendación de “cuidar la casa común” asumiendo el compromiso de participar en la defensa ecológica integral del planeta.
Dada su popularidad y su liderazgo moral mundial, su mensaje de aliento llega a todo el mundo para denunciar las injusticias sociales, la pobreza y la inequidad aún existentes, la corrupción, el narcotráfico y la necesidad de superar los conflictos a través del Diálogo y el Pluralismo.
Resalta el Sumo Pontífice en su mensaje la importancia de los actos esporádicos de generosidad y altruismo, pero exalta en mayor grado el valor de la lucha constante y prolongada en defensa del Medio Ambiente, así como la lucha contra la Contaminación, la Pobreza y la Desigualdad, el Desempleo y la Explotación de otros Seres Humanos.
La existencia de tales lacras significa la negación de los derechos sociales y laborales basicos , la realidad actual de la Trata de Personas, de la Violencia y la Desnutrición infantil.
Se presentaron en las Mesas de Debate numerosos casos de
· Víctimas de la Trata de personas.
· Violencia de todo tipo, no solamente la de Género, que en ocasiones termina en el Femicidio.
· Desnutrición infantil.
· Contaminación ambiental.
· Drogadependencia en personas en “situación de calle”, (eufemismo que se utiliza para definir a la gente sin casa).
· Aborígenes, desocupados y explotados de diversas formas.
· Nuevos Pobres (miembros de la clase media que descienden a la clase media baja y otros, de la clase trabajadora a la pobreza).
Son todos casos que ponen de manifiesto una Comunidad indiferente a las necesidades de sus integrantes más débiles, que son aquellos que viven sumergidos en la miseria y que padecen situaciones que vulneran su dignidad.
Concurrieron a la cita del Episcopado Argentino destacados dirigentes políticos, sindicalistas, empresarios y referentes de organizaciones de todo el país.
Se realizaron como parte de la agenda de la reunión Pastoral diversas Mesas de Discusión y Debate sobre los siguientes temas, que dieron origen a un rico intercambio de ideas y propuestas sobre las posibles soluciones a cada uno de estos problemas sociales :
· Marginación y Pobreza
· Tierra y Vivienda
· Drogadicción y Narcotráfico
· Generación de Empleo
· Educación inclusiva y de calidad
· Corrupción y Transparencia en la Administración Pública.
Se insistió en la necesidad de aportar soluciones prácticas sobre dichos problemas sociales, en especial mediante el desarrollo de nuevos modelos que combinen en forma equilibrada la tradición cristiana y el progreso civil; la justicia y la equidad con el desarrollo científico y tecnológico.
Se puso de manifiesto de que por tratarse de un año electoral, la Pastoral constituía el ambiente ideal para reclamarle a los dirigentes políticos que definan con claridad, las metas exigentes en forma de Políticas de Estado a largo plazo para lograr el Desarrollo como Comunidad, en el ambiente propicio de una cultura del Diálogo y del Encuentro.
La Misa oficiada por Mons. Jorge Casaretto fue en particular muy emotiva y convocante y en especial sus palabras durante la Homilía, en la que enfatizó que el Santo Padre contrapone la globalización de la Indiferencia con la llamada imperiosa a globalizar la Solidaridad e insiste en promover no la dádiva paternalista, que ofende a los pobres y los sumerge en la dependencia y la frustración.