VILLA OCAMPO – REFLEXIÓN – La mágica noche de los Reyes Magos:Gaspar,Melchor y Baltazar.Más allá de los aditamentos «míticos» o sincretismos de variada índole y procedencia con manifestaciones de religiosidad «popular»,habría que rescatar aquello que aparecía en los viejos calendarios o almanaques. Por Bernardo Villalba.
Quiero rescatar aquello que aparecía en los viejos calendarios o almanaques, cuando el 6 de enero aún aparecía en rojo, y que se mencionaba como la Epifanía de Nuestro Señor Jesucristo.
En efecto, el 6 de enero es la fiesta de la Epifanía (del griego epipháneia: aparición, manifestación), la de la «manifestación» del Niño Jesús, a Reyes paganos que lo buscaron para adorarlo (por eso también se conoce esta fecha como la de Adoración de los Reyes). En este punto, esta fecha de la religión cristiana, y católica en particular, se asemeja a varias tradiciones de diversas mitologías que ponen el acento en el momento de la «epifanía», de la «manifestación», de la «aparición», del «descubrimiento».
Ahí está la «magia», el encanto, el misterio que, lejos de ser superchería, es una vivencia fundamental tanto en la concepción mítica como religiosa. Se trata de «ver» y «reconocer» a aquel que viene a traer un mensaje y a representar un valor fundamental para asentar y profundizar las creencias.
En nuestro caso, Jesús se manifiesta al mundo, sobrevive al día de martirio de los Santos Inocentes y muestra, desde su humilde cuna en un pesebre, los valores de la caridad cristiana y el espíritu salvador para una humanidad creyente desde los misterios profundos e insondables de la Fe.
Que la Noche de Reyes, la de la Adoración de los Reyes, haya sido la de una nueva y real «epifanía»; que Dios hecho hombre se manifieste y se muestra ante nosotros para renovar los valores que permitan hacer una sociedad más solidaria, desde la humildad, el servicio y la búsqueda de la Verdad.
En fin,que podamos «descubrir» y «descubrirnos» para sentirnos más cerca, más juntos, más hermanos. Parece simple, pero el Hombre desde tiempos inmemoriales se empecina en mostrarlo como imposible e inútil. ¿Podremos empezar?
Que la «Noche de Reyes» nos descubramos y tengamos una verdadera «Epifanía» en nuestros hogares y en nuestra Vida.
Bernardo Villalba