VILLA OCAMPO – NOTA DE OPINIÓN – Tanto se especuló con ese tema de que si Máximo Kirchner hablaba o nó, que al final sorprendió a propios y extraños con un discurso. Por Atilio Bruno.
Dicho discurso, seguramente fue aprendido de memoria por la forma y el contenido, ante un numeroso público de jóvenes de “La Cámpora”, acarreados, pagados y subvencionados por todos nosotros y de los distintos rincones del país.
Máximo trató de imitar a sus progenitores atacando al periodismo y a la oposición, pero tocó sobre un tema que evidentemente no conoce y que realmente es muy delicado en los tiempos que corren: “La Constitución nacional”.
Cualquier mediocampista político sabe que Cristina no puede ser re-reelecta por razones obvias y eso está totalmente fuera de discusión. Para que ello ocurra, en tiempo y forma, se tenía que, constituyente de por medio, reformar la carta magna de mínima, cosa que no se hizo y para lo que ya no hay tiempo humano ni legal.
Evidentemente
El kirchnerismo trata de promover una suerte de feudalismo para así perpetuarse en el poder. Probo con Alicia Kirchner, que a pesar de ser Néstor con pollera, no cubre para nada expectativas de consenso en propios ni extraños. Ahora salió a intentarlo Máximo, y bueno, se le va mal, aún queda “Flor”, pues la hermana de Cristina abandonó el barco antes de subirse.
… Y bueno, si nada encaja familiarmente hablando, Cristina tendrá que resignarse y apoyar, lógicamente con mucha desconfianza a Daniel Scioli del “Frente para la Victoria”, pues el resto, Capitanich incluido, miden menos que una “pulga” en las encuestas.
Todos sabemos, que hoy por hoy y debido a que el Kirchnerismo tiene muchos muertos en el ropero, únicamente puede confiar plenamente en alguien que lleve el apellido.
Lógicamente, al no poder ser así, todo es pasible de investigaciones y/o acusaciones que se pueden suscitar sin “poder” de por medio y como ocurrió con Menem que parecía intocable.
Dijo GALA: “Al poder le ocurre como al nogal, no deja crecer nada bajo su sombra”.