Ordenación diaconal del acólito Julio Altamiranda

VILLA OCAMPO – La comunidad de la parroquia Inmaculada Concepción, de la localidad de Villa Ocampo, celebró la ordenación diaconal del acólito Julio Altamiranda, la última de una serie de ordenaciones de diáconos permanentes. El obispo de Reconquista, monseñor Ángel José Macín, calificó la jornada como ¨un día histórico¨ para la vida diocesana.La diócesis de Reconquista acompañó en la oración las seis ordenaciones de diáconos permanentes que se sucedieron de abril a agosto. La ordenación de Julio Altamiranda, soltero y hasta ahora feligrés de la parroquia de Villa Ocampo, culmina un itinerario formativo iniciado en tiempos del anterior obispo diocesano, monseñor Ramón Dus.

«Es una alegría muy grande para la diócesis», insistió monseñor Macín, quien ofreció una reflexión sobre el ministerio que realizan los consagrados en la Iglesia: ”Antes que hablarle a la gente de la misericordia de Dios, nosotros debemos hablarle a Dios de los sufrimientos y los dolores de la gente. La salvación, el amor y la misericordia solo viene de Dios, del Mesías. Nosotros no somos ‘mesías’ de los demás. Hay un solo Mesías y a él tenemos que hablarle primeramente de los sufrimiento de la gente. No olvidemos que no somos profesionales del amor y de la salvación. Nuestra entrega brota del sentirse cercano con el otro”.

Antes de la ordenación de Altamiranda, recibieron el diaconado Eudides Spontón, casado, adscipto ahora a la parroquia de Malabrigo; Horacio González, casado y vecino de Vera; Aldo Bais, casado y miembro de la parroquia Inmaculada Concepción de Reconquista; René Sandoval, también casado, oriundo de la ciudad santafesina de Avellaneda, y Jorge Gallard, soltero y colaborador de la parroquia de La Gallareta.

El obispo confirmó que otro grupo de varones está dando los primeros pasos en un camino de discernimiento hacia el diaconado permanente.

Fuente: AICA