EN LA CAPILLA CRISTO REY DEL BARRIO SUR – En una celebración realizada en la Capilla “Cristo Rey” del Barrio Sur, el obispo Ángel Macín admitió al diaconado permanente a Julio César Altamiranda; oriundo de Buenos Aires pero radicado hace tres años en Villa Ocampo, donde seguirá preparándose para, próximamente, recibir la orden diaconal.
En la oportunidad, Mons. Macín destacó que “en esta semana de Pascua hemos vivido un momento muy lindo en la Diócesis con la ordenación de tres diáconos permanentes en Reconquista, Malabrigo y Vera; esto del diaconado permanente es algo que nos anima y nos entusiasma a todos, porque en realidad es un don de Dios para la Iglesia Diocesana. No es una cosa nueva, es muy antigua, la Iglesia desde sus primeros tiempos ya se organizó así, en tres grados: diaconado, sacerdocio y obispo; o sea que no es que estamos inventando algo nuevo en la Diócesis, sino que estamos retomando algo que la Iglesia de los primeros tiempos vivía”.
“Hoy hacemos la admisión de Julio, que es como recibirlo y decirle tenés que seguir formándote estos meses que quedan, porque pronto vas a ser ordenado diácono; pero en el caso de Julio se da algo especial, porque conoció la Diócesis de Reconquista mediante la presencia de algunos muchachos que estaban estudiando en Buenos Aires para ser sacerdotes antes de que se abriera el Seminario de Resistencia, caso del padre Germán Vallejos, Miguel Zorzón, Néstor Vera y otros. Los fines de semana iban a trabajar a los barrios del Gran Buenos Aires, ahí conocieron a Julio y a su familia, en quien comenzó a sentir la necesidad de ser sacerdote en algún momento y empezó el seminario; después se le hizo imposible continuar y tuvo que buscar otros caminos”, relató el obispo.
