ECONOMÍAS REGIONALES – Las economías regionales piden medidas para recuperar la rentabilidad. Seis de cada diez explotaciones agropecuarias están siendo afectadas por el deterioro en su rentabilidad.El incremento de los costos de producción, el tipo de cambio desfasado, la fuerte presión tributaria, el avance sobre la renta del productor y los costos de transporte vienen golpeando sobre las economías regionales del país. No son problemáticas nuevas, sino distorsiones que desde hace algunos años se han instalado como permanentes, y están erosionando la rentabilidad de miles de productores agropecuarios.
Según se desprende de la reunión de trabajo mantenida en la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) con más de dos centenares de entidades del agro representativas de 20 provincias y 40 complejos agroindustriales del país, 6 de cada 10 explotaciones agropecuarias estarían con dificultades económicas por la constante pérdida de rentabilidad.
Se trata de explotaciones mano de obra intensivas, con más de 900 mil trabajadores directos (entre permanentes y temporarios), dedicadas a actividades representativas de las regiones, como son la apicultura, olivicultura, horticultura, fruticultura, yerbatera, algodonera, aromáticas, azucarera o vitivinícola, entre otras, que están en riesgo por la falta de rentabilidad. Todos estos sectores tienen como particularidad común su capacidad de agregar valor en origen, exportar y derramar ingresos en las economías locales.
Se estima que habría más de 156 mil explotaciones agropecuarias atravesando una situación crítica.
Pero a pesar de la diversidad de sectores que incluyen las Economías Regionales, las problemáticas son comunes y requieren medidas que, contemplando el contexto macroeconómico, permitan a los productores recuperar la competitividad y rentabilidad necesaria para continuar con su actividad.
Hay situaciones que reflejan con claridad algunas de las problemáticas actuales del productor. Por ejemplo:
– La participación del productor agropecuario en el valor generado por la venta final de su producto es hoy de apenas 5%, mientras que el sector industrial y de servicios (comercios, transporte, etc.) recibe el 71%. El resto se lo llevan los sectores proveedores de insumos (24%).
– La mayoría de los productores regionales extra pampeanos enfrentan costos de logística y fletes que superan ampliamente a los que afronta el resto.
Las Economías Regionales necesitan ser incluidas dentro del actual modelo económico de crecimiento con inclusión, para recuperar su rol protagónico en el desarrollo nacional, y darle equidad al crecimiento económico.
Pero para ello, es indispensable la inmediata implementación de medidas que permitan superar la difícil coyuntura actual. Entre ellas:
– Compensar a los productores afectados por el atraso cambiario y el incremento en los costos de producción (fletes, insumos, combustibles, impuestos, salarios).
– Revertir la fuerte presión tributaria que se aplica a nivel nacional, provincial y municipal que, además, es generalizada y no selectiva. La creación constante de nuevos impuestos y la actualización de alícuotas en provincias y municipios afecta la rentabilidad del productor y le quita capital de trabajo.
– Compensar el incremento en los costos de producción, en especial, los costos por fletes.
– Promocionar los productos regionales generados por el pequeño y mediano productor a través de la promulgación de leyes nacionales gestionadas por la CAME, como son la modificación de la alícuota de impuestos internos a bebidas analcohólicas, gasificadas o no; la comercialización de productos agrícolas perecederos y la promoción del desarrollo del norte argentino.
– Mejorar las condiciones de acceso al crédito de manera que los productores puedan obtener financiamiento productivo con plazos y tasas accesibles.
Los productores agropecuarios son un componente dinámico de la economía Argentina, por su aporte a la producción, el empleo, la exportación y la distribución regional del ingreso.
Pero hoy más que nunca, necesitan recuperar su rentabilidad. Si no se atienden sus necesidades, las producciones regionales quedarán en manos de grandes monopolios y oligopolios que están en la constante búsqueda de mayor concentración.
El objetivo es seguir trabajando, produciendo y generando esa riqueza genuina que al distribuirse equitativamente entre los componentes de la cadena, motoriza el desarrollo de cada uno de los pueblos del interior del país. Pero la coyuntura actual es delicada y una vez más, se necesita de la iniciativa del Estado para coordinar acciones con los productores.
Fuente: Matriz Productiva, Departamento de Economías Regionales de CAME