Encadenado contra un árbol

FLORENCIA – Se encadenó el padre de un policía, acusado por apremios ilegales a detenidos. Los hizo en la jornada de este miércoles 20 de junio de 2012.Un hombre se encadenó a un árbol de la plaza mayor de la localidad de Florencia, donde fue el acto por el día de la Bandera Nacional, acusando al presidente comunal Rubén Quaín y a su hermano Darío de querer arruinarle la carrera policial a su hijo, quien es uno de los policías trasladados luego de las denuncias por torturas a presos.

El dirigente político anticipó que denunciará penalmente al manifestante porque la noche anterior había ido a su casa donde le avisó que con gusto lo mataría. También habló el otro Quaín, quien hizo referencia a una vieja deuda que separa a las familias.

Miguel Omar Fantín tiene 49 años y es padre de uno de los policías trasladados a consecuencia de las denuncias: el suboficial Pablo Fantín y a las 07:15 de este miércoles 20 de junio de 2012, el conocido vecino y transportista se encadenó junto a un cartel dirigido al presidente de Comuna, Rubén Quaín, que dice: «Hace 15 años tu hermano me dejó en la calle. Ahora vos me querés quitar un hijo por venganza. Hasta cuándo tengo que soportar tu prepotencia?. Por un voto, cualquier cosa. Para Negro Quaín. Miguel».

En el lugar estuvo acompañado por su esposa, Zulema Stechina, 50, hasta que a las 11:15 se retiraron del lugar.

Que dice Rubén Quaín

El presidente de Comuna, presente en la plaza por el acto oficial, recordó que “por un hecho ocurrido hace dos años atrás con mi hijo que fue detenido por una gresca en un boliche, al avisarme de lo ocurrido yo había consentido la detención y había advertido que al otro día lo iba a buscar. Cuando lo soltaron a mi hijo él nos cuenta que había sido objeto de malos tratos recibido por uniformados en el calabozo. Hice la denuncia en instancia civil, tal como me habían asesorado”, respondió Quaín.

Quaín opinó que nadie tiene el poder para manipular a la justicia y decidir con una denuncia o confabulación a quien se debe detener o trasladar. “Está trabajando e investigando el Juez, Asuntos Internos y la Corte Suprema de Justicia. Son investiduras respetables para suponer que esto sea resultante de una confabulación entre mi hermano y yo. Además, con mi hermano Darío no nos hablamos desde hace año por razones familiares”, acotó Quaín.

Quaín reveló además, que en la noche del martes 19 junio, Fantín y su esposa se presentaron en su domicilio, lo insultaron y amenazaron. “Me dijeron que si tenían cuatro revólveres me lo descargarían para matarme. Todavía no hice la denuncia, pero la haré en el primer día hábil de la semana”, avisó.

Darío Quaín

Darío Quaín reconoció que tuvo una deuda con Fantín, pero aseguró que la saldó oportunamente entregándole soja y maíz. Y negó haber operado para complicar al policía. Al aclarar que la confabulación con su hermano es imposible, dado que no se hablan desde años, Darío Quaín relató además que a la deuda la pagó y considera asunto terminado. No obstante, no descarta una charla para aclarar las cosas que lo sumieron en el asombro con el que se enfrentó en la mañana del 20 de junio, ante una plaza concurrida como pocas veces. “En el momento en que le entregué soja y maíz en la ex Cartal (la ex cooperativa del pueblo) considero mi deuda saldada totalmente. Su hermana me debe dinero pero nunca reclamé atento a problemas financieros que enfrenta la familia; sin embargo, no descarto charlar con ellos para aclarar lo que ellos crean conveniente aclarar. De lo que no salgo del asombro es que me emparente con el caso de su hijo y del traslado al haber sido acusado de tortura. Del caso me enteré por los medios de comunicación. Es ridículo todo esto”, concluyó.

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