Máxima pena

ROSARIO – CAUSA DIAZ BESSONE – Prisión perpetua por homicidio calificado, privación ilegítima de la libertad y aplicación de tormentos agravados para Ramón Díaz Bessone, ideólogo del terrorismo de estado en la Argentina, de 86 años, así como para José Lofiego, el Ciego, temido torturador en el Servicio de Informaciones.Los dos recibieron la máxima pena por homicidio calificado en concurso real con privación ilegítima de la libertad y aplicación de tormentos agravados. El anuncio liberó los gritos de alivio, las lágrimas de alegría, los abrazos esperados durante 28 años. El resto no estaba acusado de homicidio en esta elevación parcial de la megacausa que investiga lo ocurrido en el principal centro clandestino de detención de la región. A Mario Marcote, el Cura, le correspondieron 25 años. «Asesino, asesino», gritaron los presentes cuando la jueza Beatriz Baravani de Caballero leyó su pena. Ramón Vergara, el Sargento, la «sacó barata»: 12 años, mientras José Scortecchini recibió una sanción aún menor, sólo una década. Los gritos de bronca se repitieron. Fue absuelto Ricardo Chomicki, acusado por las querellas de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre y Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas. De nuevo hubo silbidos y abucheos.

El Tribunal Oral Federal número 2 revocó las excarcelaciones, y determinó que las penas se cumplan en prisiones comunes del Servicio Penitenciario Federal. Así provocó un aplauso, pero hubo quejas cuando se leyó que en el caso de Díaz Bessone dependerá de su estado de salud.

«Sabor a poco» fue una de las frases más pronunciadas por los sobrevivientes y testigos de la causa, nacida bajo el nombre de Feced en febrero de 1984, en los tribunales provinciales de Rosario. «Nos hubieran gustado condenas más rigurosas, porque ellos gozaron de la libertad durante todos estos años», dijo con una lógica implacable Elsa Chiche Massa, madre de la plaza 25 de mayo, que a sus 87 años volvió a su casa en el colectivo 144 tras escuchar la sentencia en la primera fila de la sala de audiencias, con su pañuelo blanco y fotos de desaparecidos.

Con la disidencia parcial de Jorge Venegas Echagüe, el Tribunal –que completa Otmar Paulucci– rechazó las denuncias por falso testimonio hacia testigos y víctimas que efectuó la jueza Laura Cosidoy, defensora oficial durante la última dictadura militar y acusada de complicidad con el terrorismo de Estado. Paulucci votó en disidencia en las acusaciones de asociación ilícita, delito que igual les cupo a los cinco condenados.

La sentencia conocida ayer corresponde a delitos de lesa humanidad cometidos contra 93 víctimas. Es sólo la primera parte de la megacausa que investiga el funcionamiento del SI, donde se estima que pasaron clandestinamente más de 2000 detenidos políticos. En la segunda parte habrá 16 imputados (que incluyen a los condenados ayer) por muchos más casos.

Fuente: Página/12