Recomendaciones frente a la presencia de alacranes

NODO SALUD RECONQUISTA – El Nodo de Salud Reconquista, en este parte de prensa, recomienda algunas consideraciones frente a la presencia de alacranes.Los alacranes se encuentran durante todo el año pero se registra un aumento en esta época del año, sobre todo en noches de mucho calor.

El peligro de estas picaduras proviene del veneno que deja cuando una persona contacta accidentalmente con uno de ellos y que en los casos más extremos puede ser de suma gravedad.

Desde el Programa Provincial de Control de Zoonosis y Vectores recomiendan una serie de acciones a fin de evitar estos accidentes

Prevención
• Evite la posibilidad de contacto con un alacrán

• Mantenga su hogar y alrededores libre de escombros, ladrillos, tejas, leña, maderas

• Tape las grietas u orificios de los revoques de las paredes sobre todo si estas son de ladrillo hueco.

• Selle las cámaras de las cloacas

• Coloque malla metálica tanto en las rejillas de las casas

• Utilice insecticidas que sean inocuos para los humanos, animales y plantas,

• Si encontró uno en su casa, revise la cama antes de acostarse; no deje ropa en el suelo y si ello sucede sacudirla ante de utilizarla; revise los zapatos sobre todo los de los niños antes de colocárselos.

¿Cómo reconocer a un Alacrán?
El Tityus Trivittatus es la especie que con más frecuencia se encuentra en la región y la más peligrosa. Presenta una cola con aguijón y púa, pinzas alargadas y el dorso con tres rayas longitudinales oscuras.

La longitud total en un ejemplar adulto de alacrán es entre 40 y 65 mm, generalmente de color amarillento o amarillo rojizo, con tres bandas oscuras longitudinales en su dorso, los ejemplares más jóvenes son de coloración más clara. Tienen cuatro pares de patas, un par de pinzas, y un par de quelíceros (apéndice prensor), entre aquellos.

¿Dónde se los encuentra?
Es un animal de hábitos nocturnos permaneciendo ocultos durante el día en el suelo o entre las cortezas de los árboles. Es frecuente encontrarlos en lugares habitados por el hombre en sitios con maderas caídas, escombros, tejas, ladrillos, (ámbito peridomiciliario); pero además los encontramos dentro de las casas en grietas de paredes, pisos, zócalos, huecos de revestimiento de maderas, en desagües que conectan con cloacas, habitaciones y depósitos sin aireación, detrás de cuadros, bajo los muebles o entre la ropas y los zapatos.