NACIONALES – NOTA DE OPINION – La caída de Gadafi ocurre en el marco de la llamada «primavera árabe» en la que los pueblos se lanzan a la lucha pacífica para deshacerse de las autocracias que les subyugan. Allí y el dolor, aquí la angustia: una niña más y van…Por Leonardo Abrahan.Sembrados en el crudo asfalto de Libia los cuerpos inmunes silenciados por la muerte; pintando un cuadro de sangre con la tristeza en la garganta, subidas al llanto desgarrador de los vivos en una ciudad de muerte. La revolución atravesó las puertas en un país que fuera gobernado desde los años sesenta por una misma persona: Muamar Gadafi, su mano dura, de corazón tirano que respiraba perpetuidad. Su imperio se desmoronó, pero su final sembró de plomo las calles hirientes con el grito inquebrantable de libertad.
Disparos de furiosos rebeldes ayudados por los bombardeos de la OTAN, pusieron fin a 42 años de historia escrita por una misma persona. Trípoli se ahogaba entre el humo de los edificios incendiados junto al polvo de arena que llegaba del desierto de aquella lejana tierra árabe.
La caída de Gadafi ocurre en el marco de la llamada «primavera árabe» en la que los pueblos se lanzan a la lucha pacífica para deshacerse de las autocracias que les subyugan, esa percepción se enrarece con la intervención de las potencias occidentales como la de otros regímenes déspotas, como Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos y Qatar, que más bien fortalecen su posición frente al descontento de sus respectivos pueblos.
Los libios tienen que velar por que la transición se desarrolle sin complicaciones y que sea incluyente, que el país se mantenga unido y que el futuro se base en la reconciliación y el respeto a los derechos humanos. Esperemos que nadie saque provecho de éste desprendimiento de esta persona adicta al poder y que hoy es protagonista de su triste ocaso.
¿Cómo se armará el pueblo árabe?; ¿Qué porción querrán llevarse los países de occidente enemigos del ex líder árabe?. ¿Qué precio tendrán estás miles de muerte?.
Allí y el dolor, aquí la angustia: una niña más y van… Habrá que zambullirse en el pecho desgarrado de esa madre que aparece ojerosa ante las cámaras, los signos de todos estos días sin sueño, sin descanso, con inmensa angustia, con todo el dolor. Sólo un nombre, Candela, miles de voces que piden su aparición.
De su hogar humilde caminó veinte metros, y en un segundo desapareció, como tragada por la tierra. Lo triste, que especulación de ciencia ficción no existe. A Candela se la llevaron, y desde ese día todo el país pide con furia que aparezca.
¿Quién se hizo dueño de su libertad? ¿Quién interrumpió su inocencia vestida en sus once años?. ¿Quién dilapidó sus sueños, su aprendizaje, su bondad con el espejo en su excelente promedio en la escuela: alumna ejemplar, abanderada, buena amiga. Pero que importa todo eso. Que por doler nos duele hasta el aliento… Cuando se trata de un niño, cuando se vive sumergidos en esta angustia. Cuando la desaparición no tiene una respuesta. Pero si tiene culpables.
¿Quién puede ser parte de este miserable negocio?. ¿Quién puede ensuciar su corazón por ser los responsables de tanto dolor y llanto.
Que aparezca Candela, que se encierre a los culpables, que los gobernantes tomen un verdadero compromiso, que busquen la epistemología de esta terrible costumbre de ver que manos maliciosas desprenden niños de las manos de sus padres . Centenares de personas volvieron a marchar en el partido bonaerense de Hurlingham para reclamar la aparición de Candela.
En ese marco, Nancy Labrador, la madre de la niña, reiteró hoy su pedido de «ayuda» a quienes puedan aportar datos para encontrar a su hija. «Ayúdenme» pidió hoy la madre de la nena y aseguró que seguirá adelante con la búsqueda, a la vez que agradeció el apoyo de la población que viene participando de las marchas que organizó la familia.
Hasta el momento, no se habían registrado indicios sobre el paradero de la niña, que desapareció el lunes tras salir de su casa de esa localidad del oeste bonaerense. Con fe cristiana, plegarias a Dios por que la espera concluya con la feliz noticia de Candela volviendo a su casa…
Leonardo Abrahan – [email protected]