VILLA OCAMPO – NOTA DE OPINION – Las últimas elecciones en Villa Ocampo, fueron sorprendentes. Se sabía que Enrique Paduán ganaría muy cómodamente dados los resultados de las primarias, pero jamás que lo haría por más del 74% de los votos. Por Atilio Bruno.Claro, ya lo veníamos diciendo en columnas anteriores que solamente mostrando su gestión de gobierno en las distintas áreas y sobre todo en obras públicas, el electorado se volcaría para reelegirlo y porque además, tenía un adversario muy poco creíble, totalmente desgastado y con una trayectoria en la función pública que dejó mucho que desear.
Lo de Paduán, segundo intendente más votado en la provincia de Santa Fe, fue histórico para Villa Ocampo, por ser una ciudad donde el Justicialismo tenía o contaba con un electorado fiel a rajatablas, que inclusive permitía a los candidatos manejarse con total impunidad respecto a cotos cautivos, acarreo, retención de documentos de identidad y poderío económico.
Desde el inicio de la democracia, Paduán solamente en asfalto, hizo en tres años más cuadras que todos sus antecesores juntos, construyeron viviendas, se difunde la cultura en todos sus aspectos, hay seriedad en la administración y sobre todo mucha humildad en la gestión que es muy buena pero sin ostentaciones y en un marco de permanente igualdad y atención personalizada sin protocolos ni obstáculos.
LA OPOSICIÓN
Pasará seguramente por un período de reorganización, convocando gente nueva y capacitada que el Partido Justicialista la tiene y con un proyecto distinto enmarcado en la democratización de sus filas. Perdió un concejal que no es poco, eso los radicales lo saben por propia experiencia y sigue sin contar con el gobierno provincial. No obstante, es muy importante que la oposición en Villa Ocampo se reorganice, pues eso hace al equilibrio de la democracia y al enriquecimiento de las ideas en la discusión parlamentaria.
EN LA ZONA NORTE
Seguramente la “comandancia” pasará por Eduardo Richter, Darío Vega o Roque Chávez que en definitiva, algunos inclusive, son los que más consenso demostraron tener a través de las urnas o del posicionamiento logrado en listas sábanas.
Dijo Leibnitz: “El presente está lleno del pasado y preñado del porvenir”.