La amistad

ALGO PARA PENSAR – La amistad es un tesoro. “El amigo fiel es un refugio seguro y el que lo encuentra halla un tesoro”. (Eclo 6,14). Por Nilda Edis Martinazzo.Amigos y amigas, son los hermanos y hermanas que elegimos. Una vida sin amigos es una vida vacía. “La amistad, al igual que el amor, nos salva de la soledad inhóspita, nos regala una llama para que nuestro corazón no tenga frío” (María Granata).

Sin embargo, la amistad, además de guarnecernos de la soledad, multiplica las alegrías, comparte sueños, como es el milagro de nuestras vidas. Por eso casi todos festejamos con tanto gusto el “día del amigo”, porque hemos experimentado sus bondades.

Lo que nos queda por hacer, tal vez, es que la amistad sea siempre el pan nuestro de cada día y no un día del año, como lo festejamos en este mes. Y lo sea de tal manera que alcance -por supuesto con distintos modos de ser amigos- a los vecinos, compañeros de trabajo, a los educadores de nuestros hijos, a tantos jóvenes que hoy no tienen ni trabajo, ni estudio, librados a su suerte.

Debemos, deseamos ser amigos de los pobres del mundo, de los enfermos, de los jubilados. Con todos podemos ser al menos “amistosos”, y eso ya es mucho, en una sociedad que padece tanta violencia.

Con todos podemos fraternizar, crear una amistad basada en la profundidad de una vida, una amistad sólida una maravillosa experiencia.

En esta vida tan ajetreada que muchos llevamos, es importante dedicar tiempo a los amigos, conscientes de que no es tiempo perdido, sino tiempo muy bien invertido. Una amistad profunda trae muchas alegrías. Demos gracias a Dios por los hermanos que elegimos. Demos gracias a Dios por nuestros amigos más antiguos y los otros más recientes; por los alegres y expresivos, por los tímidos y callados; por los irritables e indiferentes; por los extrovertidos y bulliciosos… en fin, todos diferentes, todos especiales, pero muy valiosos.

La vida en familia es un entrenamiento para vivir las experiencias de una amistad verdadera, el mejor gimnasio para entrenarse a amar. La amistad es un gran valor que nos ayuda a ser sociables, a comunicarnos a crecer y a superarnos cada día. Es una relación de reciprocidad donde especialmente la confianza juega un papel importante. Es una valor que ayuda a ser mejor. En el hogar, nuestros hijos e hijas encontrarán el modelo para vivir sin estar aislados y para aprender a crecer y a madurar personalmente. La amistad es compartir afectos, animarse a darse y a dar, a recibir y a comprender al otro.

“El amigo fiel es un refugio seguro y el que lo encuentra halla un tesoro”. (Eclo 6,14).

“El amigo fiel no tiene precio ni se puede pagar su valor” (Eclo 6,15).

Nota Editorial – Rev. Flia. Cristiana Julio/11