Se jubiló la jefa de Enfermería

HOSPITAL CENTRAL RECONQUISTA – Este viernes 21 de enero de 2011 será difícil de olvidar para mucha gente y, especialmente, para la jefa del Departamento de Enfermería del Hospital Central Reconquista “Olga Styky de Rizzi”. Fue el último día de trabajo de María Isabel González, luego de 37 años ininterrumpidos al servicio de la comunidad.Cerca del mediodía, las autoridades y el personal del Hospital Central le brindaron un acto de despedida y reconocimiento a su intensa y fructífera labor. La homenajeada expresaba lo siguiente: «No tengo más que palabras de agradecimiento a todo el personal del Hospital, no sólo a mis compañeras enfermeras, sino a todo el personal de esta querida institución”. Y agregaba: “Un profundo agradecimiento por este acompañamiento tan efectivo, por permitir este crecimiento profesional. Otra etapa de mi vida comienza, con proyectos familiares. Muchas veces uno pone al costado esos proyectos, por estar tan involucrado con su trabajo. Pero llegó la hora de compensar ese tiempo, de priorizar la familia”.

María Isabel González fue, primero, agente sanitario en una época donde «se caminaba los barrios, se iba casa por casa», tal como ella afirmaba. Luego se convirtió en supervisora de atención primaria. Allí decidió estudiar para Auxiliar de Enfermería, en el año 81.

En 1990 egresó de la Escuela de Enfermería del Hospital Central Reconquista y llegó a ser supervisora docente de dicho establecimiento. En el año 1991 comenzó su tarea como Jefa del Departamento de Enfermería del Hospital. En 1994 culminaba su licenciatura en Enfermería.

Muchos momentos de su profesión quedaron grabados para siempre en ella. Por ejemplo, los primeros casos de cólera: «Hubo que capacitarse y, lo más difícil, poner en práctica esa capacitación; era una enfermedad antigua, pero como era nueva para la región provocaba muchos temores», recordaba. Lo mismo sucedió con los primeros casos de SIDA: “Había mucha incertidumbre sobre cómo tratar a los pacientes, qué procedimientos realizar, como cuidarlos. Pero poco a poco fuimos ganando en seguridad y confianza, venciendo nuestros temores y brindando una mejor atención”, explicaba María Isabel.

Las grandes inundaciones, sobre todo la del año 1998, fueron momentos vividos por María Isabel como dramáticos: “En cada asentamiento logramos poner al servicio de los damnificados por lo menos una enfermera. Trabajábamos hasta los sábados y domingo, no teníamos tregua.”

Las grandes campañas de vacunación y el cambio de ubicación de la Guardia Central son recuerdos que también fluyen de esta experimentada profesional. Con respecto a esto último, recuerda todo el esfuerzo que implicó el diseño del traslado, para lograr que se transformara en lugar de mejor acceso para la gente, más efectivo y funcional.

Las palabras finales de María Isabel fueron las siguientes: “Muchas gracias a todos, me voy tranquila porque sé que dejo en buenas manos el Departamento de Enfermería.”

Fuente: www.radioamanecer.com.ar