La experiencia de una mini-usina de etanol

VISITA A BRASIL – Técnicos del Centro Operativo Experimental de Tacuarendí (COET), integrantes de la Mesa Azucarera Santafesina, el senador Federico Pezz, el intendente Enrique Paduán y el presidente comunal de Tacuarendí, Raúl Feck, visitaron un micro-emprendimiento ubicado en el sur de Brasil (San Vicente do Sul), donde se produce alcohol y alimento ganadero a partir de la caña de azúcar y el sorgo azucarado.El Ing. Elvio Lovisa, informó que “la idea es empezar a analizar si en nuestra zona se pudiera hacer producciones pequeñas, para aquellos productores que no forman parte de la gran solución para la industria ya instalada en la zona; nos dijeron que en Brasil hay producciones de este tipo, y creíamos que allí todo era a gran escala, per investigando aparece esta zona donde hay pequeñas explotaciones industriales intrafinca. Fuimos a ver una donde se produce 1000 litros de alcohol por día, que es pequeña en comparación con la alcoholera instalada en Villa Ocampo donde se pudiera producir hasta 90.000 litros por día; allí procesan unas 20 toneladas de caña diariamente”.

“Tienen una máquina trituradora de caña, que la entrega a una cinta transportadora hacia unos pequeños trapiches, donde por un lado sale el bagazo y por el otro el jugo; obviamente que la extracción de estos trapiches no se la puede relacionar con las de nuestros ingenios azucareros, pero el bagazo que sale con más azúcar que acá, no sería tan problemático, porque todo ese bagazo va a la producción ganadera”, aclaró.

Indicó el profesional que “se arma un circuito muy interesante, porque toda la caña se procesa dentro del campo; hay un trabajo muy interesante en el tema ganadero; y en el COET se maneja mucha información de ese tipo, qué hacer con ese bagazo, que es incompleto para la alimentación ganadera, pero a través de un pequeño mezclador se le agrega todo el resto de los nutrientes que le hace falta, se lo enriquece para cada necesidad: vacas lecheras, terneros, novillos de distintos pesajes, y lo compactan en bloques. Por otro lado, en el caso que conocimos, el jugo va a destilación; aunque existe la posibilidad de hacer azúcar integral o azúcar rubio, que es una experiencia que se está haciendo en Paraguay, y que la vamos a ir a conocer próximamente”.

DIFERENCIAS CON BRASIL
Mencionó el Ing. Lovisa que “el gobierno brasileño brinda un apoyo financiero para este tipo de emprendimientos, con créditos a 15 años, con cinco de gracia, al 1% anual de interés; con una legislación para la producción y comercialización de alcohol distinta a la de nuestro país. El Ing. Alberto Falivene, especialista en alcohol, fue también con nosotros y nos alertaba de cuáles serían las cosas que hay que ir afinando; acá, el Instituto de Vitivinicultura es el que define las normas de calidad, pero nada es utópico e inalcanzable, hay que ver nuestra legislación y compararla con la de Brasil para ver cómo adecuarlas”.

“Ellos vienen produciendo etanol desde hace mucho tiempo, allí tenían un tractor funcionando en un 100% con alcohol, tenían cocinas a etanol, hasta un surtidor de expendio de ese combustible; todo el complejo está dentro de un galpón de 10×20 metros, donde en la parte de abajo está destinado al proceso de molienda, de allí sale el bagazo para hacer los packs para alimento ganadero y el jugo era absorbido por una bomba hacia seis cubas de 5000 litros cada una. Allí se da el proceso de la fermentación, donde se procesa 10.000 litros de jugo de caña para obtener los 1000 litros de alcohol; después ese alcohol era comercializado directamente por ellos”, detalló.

Por último, adelantó que “la idea es empezar a ponerle números a esa actividad que están haciendo, ver si es posible realizarlo; la parte logística de producción es la que menos dificultades presentaría, porque está toda analizada técnicamente, la diferencia estaría en la faz comercial de nuestro alcohol, que es donde más habría que estudiarlo. Toda la faz industrial, que se realiza dentro de la misma explotación agropecuaria, solamente necesita de dos operarios; ellos fabrican toda la maquinaria requerida y serían potenciales proveedores, con un costo de unos 84.000 dólares para la parte de destilación, con una capacidad de hasta 2000 litros por día, y con el resto del equipamiento se llegaría a una inversión de 150.000 dólares aproximadamente”.