Una opción para prescindir de subsidio y preservar peces autóctonos

PARAGUAY – PISCICULTURA – El Gobierno y los dirigentes de pescadores acordaron buscar mecanismos para que el próximo año no se requiera nuevamente del subsidio durante el tiempo de veda. La piscicultura podría ser una solución más que rentable para la generación de recursos económico y ambiental apostando a preservar las especies ícticas autóctonas de nuestros ríos.Con el afán de evitar los inconvenientes que cada año acarrea el inicio de la temporada de veda en nuestro país y principalmente tras tres días de huelga, los dirigentes de pescadores acordaron con el Gobierno buscar mecanismos para lograr que el próximo año los pescadores ya no requieran de la ayuda económica del Estado.

Hasta el momento esas intenciones no se han materializado y el problema se sigue repitiendo año tras año afectando a terceros y generando la crítica de algunos sectores de la sociedad que exigen soluciones reales y no temporales como lo es el subsidio.

La piscicultura o la producción asistida de especies de peces podría ser una solución rentable ya que requiere una mínima inversión económica, un bajo esfuerzo para el cuidado y recolección del producto y el amplio mercado aún sin explotar a nivel nacional o internacional donde comercializar estos productos. A esto se le podría sumar la gran cantidad de agua que posee nuestro país, que sería el elemento primordial, además de los peces.

Las condiciones están más que dadas para una producción a gran escala de peces en nuestro país, según lo afirma el Dr. Mario Insaurralde, profesor de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de Asunción.

Es un trabajo apto para realizarlo en familia, ya que no requiere mucho esfuerzo físico ni una demanda excesiva de tiempo a ser dedicado, lo que posibilita la inversión de este tiempo en otras actividades también productivas, agrega.

El mayor esfuerzo y lo que mayor inversión requeriría sería el de crear los estanques o piscinas, que incluso se puede cavar a mano o utilizando máquinas especiales que se pueden alquilar.

El monto actual del subsidio (G. 1.100.000) prácticamente ya cubriría la totalidad de este gasto, que de realizarlo, el propio interesado podría pagarse a si mismo, afirmó el profesional.

El mismo recalca que posterior a eso el mayor “esfuerzo” es el de alimentar a los peces, incluso esto es para mí una actividad más recreativa que laboral, expresó, ya que incluso con el tiempo se crea un lazo entre el piscicultor y los animales, ya que estos te reconocen, según expresa el mismo en tono de comentario.

El costo de producción de especies como el pacú o la tilapia está en menos de G. 10.000 el kilo y los mismos crecen a razón de 1 kg por metro cuadrado al año, pudiendo comercializarse a partir de los 12 a 15 meses, aproximadamente.

Los alebines (peces recién nacidos), tiene un costo de 250 a 500 guaraníes, dependiendo del tamaño de los mismos, incluso con la posibilidad de que estos sean todos machos, ya que los de este sexo crecen más que las hembras.

Incluso los mismos productores pueden tener la posibilidad de criar los peces reproductores y así obtener sus propios alebines.

Entonces, un pacú que actualmente se comercializa a G. 30.000 el kilo, aproximadamente, a un costo de producción de G. 10.000 generaría una ganancia de G. 20.000 por kilogramo.

Con relación a las zonas para producción más aptas en el país son obviamente las que tienen una fuente de agua o un cauce hídrico cercano, pero incluso se puede acumular agua de lluvia, asegura el profesional.

Insaurralde afirma que la Universidad Nacional de Asunción está capacitada para brindar asesoría técnica a los pescadores y a cualquier interesado, no solo en cuestiones de cuidado y producción sino también en las básicas de administración de recursos.

“Nuestro trabajo no se limita a asesorar en la parte técnica, sino que acompañamos a los productores, les hacemos un seguimiento, estamos en contacto vía telefónica o correo electrónico, incluso les conseguimos mercado donde pueden comercializar sus productos”, asegura Insaurralde.

El mismo afirma que si el Gobierno solicita la ayuda de la institución, ellos poseen la experiencia y los recursos humanos para asistir con conocimiento ya que vienen trabajando con organizaciones y asociaciones de todo el país hace tiempo. “Pero para ello requerimos de un compromiso de las partes para que nosotros iniciemos un trabajo de asesoramiento”, resaltó el profesor.

Los profesionales recibidos o estudiantes realizan estas labores dentro del programa de extensión universitaria, por lo que no cobran comisión alguna afirma, lo único que se pide es que se costeen los gastos del traslado y que les ofrezcan estadía en el lugar y en un fin de semana poder realizar una jornada e ir a otros lugares cercanos.

También cuentan con la posibilidad de formar a capacitadores para que adquieran los conocimientos básicos sobre el tema para poder asesorar a personas o comunidades interesadas.

Según nuestro entrevistado, suelen trabajar principalmente con municipios e incluso gobernaciones, pero hasta el momento ninguna autoridad superior, como representantes de la Secretaría de Acción Social, se han acercado a solicitar ayuda.

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