NACIONALES – NOTA DE OPINION – Llevamos en el país más de un cuarto de siglo de vida democrática. Hace años que hemos alcanzado la mayoría de edad en lo político y como ciudadanos, todos somos responsables de nuestros actos cívicos. Por Julia Elena Burguener de Castañeda.Llevamos en el país más de un cuarto de siglo de vida democrática. Hace años que hemos alcanzado la mayoría de edad en lo político y como ciudadanos, todos somos responsables de nuestros actos cívicos. (Hay una generación que no vivió, no conoce o no sabe de aquellos golpes de estado con sus nefastas consecuencias, como tampoco de la irracionalidad de las luchas clandestinas de ambos bandos), pero me pregunto: ¿Hemos madurado al amparo de este único aunque perfectible sistema político de gobierno?
Mucho me temo que no, porque estamos prestos para los enfrentamientos entre iguales o lo que es peor, la permanente irritabilidad de las máximas autoridades de la nación: En lugar del diálogo, se antepone el poder omnímodo. En lugar del consenso, los insultos. En lugar de los “derechos humanos” para todos, la violencia verbal, el odio, el rencor, el desquite. En lugar de la vigencia de la justicia, las amenazas o la increíble falta de respeto a sus juicios y sentencias.
Incoherencias gratuitas que se ven en la calle o en boca de quienes tienen la obligación de escuchar, de cumplir, de no confundir al Estado con una estancia donde según anticuadas creencias, los que ponían el hombro eran peones fieles, obedientes, sumisos…a quienes se podía descalificar, insultar, agraviar, comprar: Los agricultores de manos ásperas y rostros curtidos: “oligarcas”. Los que no adhieren al pensamiento único,: “golpistas”. Ni hablemos de los criterios de libertad de prensa.
Periodistas, ”víboras”, a los que hay que «cazarlos» o mandarlos a “plantar rabanitos”( para que por ese camino, seguramente tengan que mirarlos desde abajo, repitiéndose así, una historia deplorable desde cualquier punto de vista)
Pero en este sistema Republicano, Representativo y Federal, a los ciudadanos, concientes de que somos responsables cívicos de lo que sucede, nos queda un arma pacífica y efectiva: El voto secreto, pensado, sin apasionamientos inútiles, porque la democracia, reitero, es responsabilidad de todos.
Esperemos también que haya efectiva división de poderes, controles, y medios de comunicación independientes, para que la seguridad jurídica, sea una realidad en nuestro país.
Julia Elena Burguener de Castañeda