EL MUNDO – La gigante petrolera British Petroleum (BP) afirmó ayer que logró «un hito significativo» en las tareas para sellar definitivamente su pozo dañado en el Golfo de México, al tiempo que un reporte del gobierno de EEUU indicó que gran parte del petróleo derramado ha sido limpiado.El presidente Barack Obama elogió los avances en el proceso de contención del peor derrame en la historia del país, y dijo que la operación en el Golfo de México «finalmente se acerca a una conclusión».
El mandatario señaló que las vidas de los habitantes del área se han visto trastornadas como resultado de la explosión en la plataforma de BP en abril, pero agregó que se sentía alentado por indicios de que el derrame está siendo controlado.
BP aseguró ayer desde Londres que la operación conocida como «Static Kill» (eliminación estática) para sellar el vertido de petróleo fue un éxito y permitió alcanzar el objetivo deseado. Gracias a la operación, realizada tres meses y medio después del hundimiento de la plataforma Deepwater Horizon, se logró un equilibrio hidrostático en el punto de origen de la fuga. Los trabajos duraron ocho horas.
El barro pesado bombeado desde arriba en la tubería de salida del crudo neutraliza ahora el petróleo que fluye hacia la superficie, de forma que ya no hay fuga.
Ahora se observará la fuente para garantizar que la situación actual es estable. En un segundo paso, se bombeará también cemento en el conducto. Pero primero habrá que acordar ese paso junto con las autoridades estadounidenses, añadió el portavoz.
En las próximas semanas se cerrará la reserva de crudo a unos cuatro kilómetros de profundidad en el suelo marino. En esa operación, conocida como «Bottom Kill», BP quiere bombear barro pesado y cemento en el conducto de subida mediante un acceso lateral que se perfora desde mayo.
Los trabajos para liberar presión se pararon provisoriamente durante la operación «Static Kill», pero ahora continuarán según los planes.
Alivio y cautela. En Washington se hizo palpable el alivio ante la noticia, aunque se reaccionó con cautela. El gobierno advirtió que no hablará de «victoria» hasta que el pozo de perforación esté también sellado por abajo con ayuda de un conducto secundario perforado.
Sin embargo, todo parece apuntar a que la fuga ya no constituye una amenaza, señaló el almirante de la guardia costera estadounidense, Thad Allen, quien coordina las operaciones contra la marea negra.
Otro dato alentador lo proporcionaron científicos que trabajan para el gobierno, según los cuales el 33 por ciento del petróleo derramado fue capturado, quemado o descompuesto con ayuda de sustancias químicas. Un 25 por ciento se evaporó o disolvió naturalmente, mientras que un 16 por ciento se convirtió en gotas microscópicas de forma natural.
El restante 26 por ciento queda como residuo sobre o directamente por debajo de la superficie del mar, formó bolas de alquitrán y alcanzó la costa o fue sepultada en arena y sedimentos.
Un experto del instituto de gas natural y técnicas de extracción de la Universidad Técnica Clausthal, Catalin Teodoriu, consideró que el éxito de «Static Kill» es casi definitivo. «A partir de este punto no puede suceder ya mucho más», señaló.
De todas formas, aclaró que «existe un riesgo muy, muy pequeño de que el gas de la fuente se disuelva en la mezcla inyectada y desestabilice el tapón de barro. En ese caso podría volver a salir petróleo a la superficie», advirtió.
Nuevas estimaciones de la dimensión del vertido saltaron a la luz el lunes. Tras el hundimiento de la plataforma Deepwater Horizon, el 20 de abril, se vertieron 4,9 millones de barriles de crudo a las aguas del Golfo de México, unas 666.400 toneladas, según los investigadores, convirtiéndola en la peor marea negra de la historia.
Fuente: www.lacapital.com