VILLA OCAMPO – DESPUÉS DE 21 AÑOS – Después de 21 años liderando la institución en distintos cargos directivos, el pasado sábado 31 de julio dejó la conducción del Centro de Jubilados y Pensionados Nacionales de Villa Ocampo, Leandro Díaz; responsable directo del enorme crecimiento que experimentó esta entidad en los últimos tiempos, brindando asistencia social a miles de personas de la tercera edad.Su incansable accionar le valió un reconocimiento del mismo presidente de la Nación, Carlos Saúl Menem, cuando en el año 1998, en el Salón Blanco de la Casa Rosada se realizó un acto donde se le hizo entrega de una plaqueta en honor a la realización en favor del bienestar general del adulto mayor; en ocasión a la presentación del proyecto de la Ley Nacional de los Adultos Mayores. En esa oportunidad, cuando se presentó a Leandro Díaz, se dijo: “Quisimos en la presentación de este proyecto de ley que asistiera alguien que no fuera un notable ya premiado, ¿a esos qué les hace una medalla más en su haber?; sino que fuera un mayor que también hace cosas notables, y que el resto del país no lo conocía, un reconocimiento al héroe anónimo”.
En la asamblea del Centro de Jubilados realizada el pasado sábado, la comisión saliente presentó las Memorias y Balances de los años 2008 y 2009 e inventario general de la institución al mes de julio 2010; procediéndose luego a la renovación total de la Comisión Directiva, quedando proclamados los integrantes de la única lista presentada: Víctor Rano, Juan Carlos Giorgetti, Luis Granzotto, Vicente Sandoval, Rosita Micheli, Jorge Salazar, Agustín Esquivel, Ramón Vázquez, Oscar Piedrabuena, Raquel Bianchi, Irma Bosch, Lidia Zacarías, Carlos Acevedo, Nicanor Sémpolis, Atilio Romero y Emiliano Rodas.
Dice la introducción de la Memoria: “Es mucho lo que se hizo y mucho lo que queda por hacer, en virtud de que nuestra entidad ha crecido mucho; y día a día aparecen problemas y necesidades que resolver. A pesar de la situación económica general, estimamos que no cruzándose los brazos, con buena administración, con honestidad, sin desánimo, se puede cumplir la meta que ha trazado la Comisión Directiva”.
Luego se detalla cada plan de acción de la institución: Programa de Asistencia Médico Social “Padre Ángel Tibaldo”, Programa Pro-Huerta del INTA, servicio de enfermería y pedicuría, farmacia sindical, medicamentos con 100% de descuento de por vida, servicio fúnebre, micros radiales para información y consejos a pensionados, jubilados e integrantes de la tercera edad, atención y asesoramiento de afiliados ante PAMI y ANSES.
ERA UN MOMENTO DIFÍCIL
En diálogo con Semanario OCAMPENSE, Leandro Díaz, recuerda que cuando se tuvo que hacer cargo de la institución como reorganizador contable-administrativo, “era un momento difícil, cuando el Centro de Jubilados no llevaba nada en regla, se hacían las asambleas pero sin presentar balances, sin ningún tipo de documentación; me tocó organizar el funcionamiento de una institución que era chica todavía, ya que habrá tenido unos 400 asociados aproximadamente. Ya en esa oportunidad fue designado como delegado ante PAMI Santa Fe, donde siempre he planteado con claridad nuestras críticas cuando se brinda una mala atención”.
“Con el correr del tiempo fui designado secretario general, aunque ya cumplía las funciones de presidente, trabajando incansablemente por el progreso del Centro de Jubilados, hasta que en el año 1994 fui elegido consejero regional de los Centros de Jubilados de la Provincia; y luego llegué a tener un reconocimiento nacional hasta en la Casa Rosada, el 7 de setiembre de 1998, con la presencia de grandes personalidades del ambiente artístico, entre ellos Darío Víttori, Amadeo Carrizo, Amelia Bence, entre otros”, recordó con gran emoción.
Díaz remarcó que “se ha avanzado de manera muy grande, hemos cambiado la historia del Centro de Jubilados; en estos momentos lo entregamos con dinero en la cuenta, no debiendo a nadie, con personal en blanco que se les deposita sus haberes como corresponde, en caja de ahorro del Banco Nación. Hemos arreglado y ampliado el edificio de manera incansable, con una gran economía, poniendo el hombro; sí tengo que reconocer que siempre he sido acompañado por la Comisión Directiva, que ha tenido personas muy buenas y de gran trayectoria”.
Mencionó que “en estos últimos tiempos fui quedando solo en el Centro de Jubilados, ya que el resto de los integrantes de la Comisión Directiva, por diversos motivos, especialmente de salud, no podían cumplir sus funciones; por lo que, simplemente, me pareció que con tantos años trabajando aquí, es lógico que demos lugar a que ingrese gente nueva. Esta es mi segunda casa, quiero mucho al Centro de Jubilados y me duele alejarme, como le puede ocurrir a cualquier persona que tiene que dejar lo que uno quiere; yo creo que nadie es insustituible y hay que dar lugar a nueva gente, a quienes les deseo lo mejor”.
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