Aniversario muerte de Alem

VILLA OCAMPO – NOTA DE OPINION – Se cumple un nuevo aniversario de la muerte de Leandro Nicéforo Alem, hombre de notable conciencia cívica y ética quien sentara las bases de la Unión Cívica radical, centenario partido político de la República Argentina. Por Bernardo Villalba.Recordar a Alem es reivindicar el compromiso revolucionario contra los sectores del privilegio representados por los grupos concentrados de poder y las élites dominantes, la lucha inclaudicable contra la corrupción, el fraude y los negociados fomentados desde el estado a favor de empresarios prebendarios y parasitarios.

Hoy Don Leandro debe revalorizarse a partir de su férrea actitud ética que lo llevó a pronunciar aquella frase incorporada para siempre en la Marcha Radical: “Que se rompa, pero no se doble”. También debemos dimensionar en su contexto su admirable valor y el de los Jóvenes de la Revolución del Parque de 1890 que enfrentaron al Régimen y provocó la caída del gobierno de Miguel Juárez Celman.

Se constituye así, a partir de Alem, un partido político que consolidará a través de la lucha de sus militantes y la actitud abstencionista como instrumento de combate político, la expresión genuina de las mayorías populares ,la “Causa”que permitió contar con el ejercicio del sufragio universal, secreto y obligatorio y, con la presidencia de Don Hipólito Irigoyen, depositario del legado de Alem, el desarrollo de políticas orientadas a responder a los fines de esas luchas civiles, sintetizadas de modo significativo como “la causa de los desposeídos”.

Las coincidencias históricas hacen que también un día como hoy se conmemore el fallecimiento del General Juan Domingo Perón, electo tres veces como Presidente constitucional de los argentinos, y fundador del Movimiento Nacional Justicialista que incorporó a la vida política a los sectores del trabajo, completando el camino abierto por la Unión Cívica Radical desde el llano y desde la acción de gobierno yrigoyenista.

Es importante que, más allá de nuestras pertenencias político-partidarias, de nuestras lógicas disidencias, podamos encontrar la síntesis de los grandes Movimientos populares y las corrientes del pensamiento nacional para construir la democracia social que permita la inclusión social con el aliento a la producción, al trabajo decente, a políticas activas donde el Estado se vincule con la actividad privada para planificar y alentar políticas de Estado que nos permitan identificarnos y consustanciarnos sin distinciones partidarias. Hoy el desafío sigue siendo combatir el capitalismo parasitario, los amigos del poder, los negociados, el privilegio, el centralismo, los abusos de poder y consolidar el sistema republicano con plena vigencia de la división de poderes, el respeto a las autonomías provinciales y el ejercicio de una democracia representativa y no delegativa, donde el ciudadano sea protagonista activo en la elaboración y concreción de las políticas públicas.

Este es el legado de Leandro N. Alem que debemos los radicales ser capaces de honrar, recordando aquella frase de Don Arturo Illia: “Es difícil ser radicales, pero vale la pena”.Y lo supo bien Don Arturo como también Raúl Alfonsín quienes por ser auténticamente radicales sufrieron los ataques de grupos y sectores reaccionarios que provocaron años de atraso, desencuentros y postergación de los argentinos.

Si retomamos también los fundamentos básicos del pensamiento de Perón, debemos también los argentinos, como tarea impostergable, construir consensos que nos permitan alcanzar el sueño y la utopía de una Patria justa, libre y soberana.

Prof. Bernardo René Villalba
Concejal U.C.R.-Frente Progresista
Delegado al Comité Provincial U.C.R.