SAN JUAN – Hace unas semanas detectaron varios guanacos muertos, producto de la caza furtiva en el lugar. Esto es lo que se puede observar en la Estancia Maradona, que está en Zonda, un tesoro de la naturaleza que está a poco más de 50 kilómetros de la ciudad y que ostenta el título oficial de Area Protegida.El bosque de álamos que forma parte del casco de la estancia está quemado. Los troncos negros sobresalen de los inmensos pastizales. Al refugio que están refaccionando le rompieron la puerta y robaron herramientas y elementos de comunicación como handy y radios. Hace unas semanas detectaron varios guanacos muertos, producto de la caza furtiva en el lugar. Esto es lo que se puede observar en la Estancia Maradona, que está en Zonda, un tesoro de la naturaleza que está a poco más de 50 kilómetros de la ciudad y que ostenta el título oficial de Area Protegida.
Este es uno de los sitios más cercanos de la ciudad donde todavía se puede ver guanacos. Pero esta ventaja se transforma en un punto en contra para la preservación de esta especie, que está en extinción.
Es que este paraje se convirtió en el lugar más buscado por los cazadores, según dijo Juan Robles, el encargado del lugar. Incluso, Medio Ambiente realizó varias actas de infracción en esta área por la cacería, que es ilegal, y por el tráfico de pájaros autóctonos. A esto se suma que es el sitio elegido por los enduristas.
La Estancia Maradona, que tiene poco más de 41.000 hectáreas, está al pie de la precordillera, cerca de las Sierras de Zonda. Se llega hasta allí tomando la huella, hacia el Sur, que está pasando el puente de Zonda y que atraviesa la ruta 12. Como este camino está en buenas condiciones, es de fácil acceso, aún cuando hay una tranquera y un cartel que prohibe la entrada porque todo ese terreno es propiedad privada. El lugar es atractivo no sólo por la belleza del paisaje sino porque además el terreno es ideal para andar en vehículos 4×4.
En el último año, Robles hizo 8 denuncias policiales. Todas relacionadas con la cacería de guanacos y con robos ocurridos en el refugio que hay en el lugar. Hasta el momento, ninguna prosperó ni se detectó a los responsables. La última denuncia fue hace unos días por la quema de un bosque de varias hectáreas, compuesto por álamos, sauces y otras especies autóctonas. “No sabemos si fue intencional. Acá vienen muchas personas a comer asado y hacen fuego al pie de los árboles. Creemos que eso pudo haber sido el inicio del incendio”, dijo Robles. El fuego no se detectó de inmediato porque los puestos que hay en la zona ya no están habitados. Además, en varias oportunidades el hombre encontró guanacos muertos porque los cazadores les disparan y los animales terminan desangrándose. “Hay veces que ni siquiera se llevan el animal porque lo hieren y este muere unos días después”, dijo el hombre que cuida el lugar hace poco más de un año.
La Estancia Maradona es propiedad de la familia Recabarren, oriunda de Zonda. Tuvo su mayor auge a principios del siglo XX, ya que fue uno de los lugares ganaderos más importantes de la provincia por la cantidad de animales que se criaban allí. Es que una de las bondades de la zona es la cantidad de pastizales tiernos que hay. Dentro de estas tierras existen cinco puestos que hasta hace unas décadas estaban habitados por gente que se dedicaba a la crianza de animales. Se trata de los puestos de Agua Pinto (que es donde están construyendo un refugio), el de doña Ermelinda, el de Maradona, de Guardia y de Agua Don Manuel.
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