Leer un libro

COLUMNA DE OPINION – PASO HACIA DELANTE – Una puerta a la imaginación amanece con el abrir de un libro. Una historia nace en las páginas y con la mirada atenta se trata de perseguir a los personajes, adorarlos, amarlos, defenderlos, acariciarlos. Por Leonardo Abrahan.La narración abraza en el silencio de una noche perpetua o se sitúa en la claridad de la mañana. Cuando uno se sube a la lectura es muy difícil frenar, descansar y volver al presente cotidiano.

Caminar por la narración de un volumen, perseguir las letras hasta el máximo de los detalles; transportar los pensamientos, subirse a la travesía y ser cómplice del personaje principal, evaluar los pormenores, adelantarse a los acontecimientos y sorprenderse con los cambios bruscos. Cerrar con violencia ante el último punto de un paisaje ingrato al filo de la medianoche para encontrar el sueño profundo y esperar el despertador incorruptible para el despertar de la semana.

Allí reposa bajo el velador inmune; allí espera paciente cada letra acostada en las hojas hilvanando un recorrido destinado hacia un horizonte incierto. Es pasional, la adicción es permanente de culminar una historia y subirse sin escalas al próximo destino que te lleva la corriente poética o narrativa de un escritor destacado.

Un cuento de Jorge Luis Borges me despierta un sábado de lluvia; me encierro bajo las paredes de La Casa de los Espíritus de Isabel Allende; me pierdo en los laberintos antológicos de Julio Cortazar, un golpe macilento me despabila El Túnel de Ernesto Sábato; me enciende admiración y coraje la poesía atrincherada y valiente de Miguel Hernández; me despierta el amor los veinte poemas de Pablo Neruda; cuantas comparaciones de vida y misterio me enfundan las historias del querido “Gordo” Osvaldo Soriano; cuantas carcajadas compartidas con mi madre en los cuentos del inolvidable “Negro” Roberto Fontanarrosa y cuantos y tantos que fueron y serán parte de mi vida; mi inspiración constante, mis ejemplos cotidianos, mi búsqueda permanente, mi aprendizaje periódico, mi apertura mental, mi gran abanico en la búsqueda inquebrantable de nuevas palabras, nuevas historias, nuevos momentos… El traslado mental hacia muchos lados sin tener que dirigirse a ninguna parte.

El comienzo de una nueva edición de la Feria del Libro en Buenos Aires es un motivo de celebración, se merece el homenaje constante una herramienta de cuerpo pequeño pero con un alma llena de vida y misterio, origen de nuestra lengua, pilar de nuestra comunicación, motivo de nuestro crecimiento, soldado combatiente de nuestra ignorancia, enemigo de aquellas mentes turbias que buscan barrerlos de la humanidad para poder conseguir enviarlas bajo la suela de sus odiosos zapatos.

Defendamos uno de los principales elementos para empezar a pelear por un país mejor, una comunidad de crecientes valores, de jóvenes con proyección de porvenir, de generaciones alineados en una escala ascendente sobre las mediocridades gobernantes. Leer un libro siempre será un paso hacia delante. Es tiempo de empezar. Y si todavía no probaste. Quizás hoy es el momento de hacerlo.

Leonardo Abrahan.