Las Ruinas de Hualco, un lugar lleno de historia aborigen

LA RIOJA – El sitio se ubica en el departamento San Blas de los Sauces, a 200 kilómetros de la ciudad capital, y forma parte de lo que fue el Camino del Inca, donde numerosos centros administrativos conformaban la organización del Estado.Uno de esos centros se encontraba en Hualco, donde hoy dan testimonio restos de viviendas de piedra, vasijas y urnas de la cultura Aguada que vivió en la zona entre los años 700 y 1000 D.C.

Los aborígenes, recolectores y productores, utilizaron el Pucará que emplazaron en la zona como un sitio defensivo que evidencia la gran adaptación al medio.

El Centro de Interpretación contó con el apoyo técnico de Consejo Federal de Inversiones (CFI), y fue desarrollado y construido con el objetivo de transmitir la importancia de la herencia aborigen y la trascendencia de su legado en la identidad riojana, a partir de la difusión y el respeto por el pasado y su historia.

El lugar cuenta con una superficie de 84 metros cuadrados cubiertos y 15 metros cuadrados semicubiertos y cuenta con una sala de interpretación donde se brinda información histórica, geográfica y mitológica.

Además, se exhiben piezas arqueológicas encontradas en el sitio con una muestra compuesta por vitrinas, paneles y móviles de gráfica completas, salón de exposición de los productos artesanales y un sector de atención al turista.

El Centro se construyó sobre cimientos de piedra del lugar, muros de adobe y techos de madera manteniendo la arquitectura de los antepasados.
“En el Centro Interpretativo se puede observar una síntesis de lo que el turista va a apreciar luego en el recorrido por las ruinas”, explicó Flavio Yapura, artesano, poeta y guía del lugar.

“Es una concentración de información donde a la gente que llega se le anticipa lo que va a encontrar arriba”, añadió.

El recorrido es totalmente gratuito y comienza con una explicación a cargo del guía del lugar. Luego, el turista es conducido por un camino que asciende donde el silencio acompaña la historia de los restos de paredes de piedra, sobre la aridez de un suelo donde aún pueden encontrarse puntas de flecha y restos de vasijas de arcilla, entre cactus y cardones.

El calor y la altura no amedrentan a los visitantes que se muestran entusiasmados al descubrir en un lugar hasta ahora poco difundido, la historia de esta comunidad precolombina, y los elementos que utilizaban.

La subida a la quebrada está marcada por carteles con la historia de cada posta donde se explica la vida de los aborígenes y como se supone que construyeron viviendas, corrales y hasta un sistema de desagües que sorprende a los urbanistas o ingenieros de la modernidad.

Para llegar al lugar hay que tomar la ruta 40, casi hasta tocar el límite con Catamarca. Son 200 kilómetros desde la capital y 120 desde Chilecito, la ciudad riojana que se caracteriza por los caminos de viñedos y las plantaciones de nogales y olivos.

Fuente: www.telam.com.ar