El tratamiento de residuos da trabajo

INTI – Instituto Nacional de Tecnología Industrial – El Ministerio de Trabajo de la Nación aprobó el proyecto desarrollado de manera conjunta por la Municipalidad de San Justo, Santa Fe, y el Programa de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (RSU) del INTI, para poner en funcionamiento una Planta de Tratamiento y Clasificación de Residuos.La aplicación del proyecto tiene un doble fin, lograr la incorporación al trabajo genuino de un grupo de recuperadores informales que se encuentran viviendo en cercanías del basurero municipal; y a la vez idear un correcto tratamiento de los RSU, que se siguen volcando en el basural a cielo abierto. La planta será inaugurada en abril, pero ya comenzaron las capacitaciones para su correcto manejo.

El Programa RSU del INTI, que tiene como objetivo contribuir al desarrollo de la gestión integral y sustentable de los Residuos Sólidos Urbanos a través del reciclado, la recuperación de materiales y la reducción en la generación de residuos (para lo cual es necesario fomentar la separación domiciliaria de manera diferenciada), comenzó a trabajar conjuntamente con la Municipalidad de San Justo a mediados de 2008 en el asesoramiento sobre aspectos técnicos, ambientales y sociales educativos, que concluyó en el armado de un proyecto elevado al Ministerio de Trabajo que permitió obtener el equipamiento necesario para la instalación de la planta. El proyecto permitirá incorporar al ámbito laboral a aquellas personas que actualmente se encuentran subsistiendo de la recuperación informal y venta de los residuos, mejorando sustancialmente las condiciones de trabajo en las que desarrollan sus actividades.

Compromiso municipal
La Ciudad de San Justo se encuentra ubicada en el centro de la Provincia de Santa Fe y cuenta con treinta mil habitantes que generan mensualmente más de cuatrocientas toneladas de residuos que se arrojan a diario en el basurero municipal. La cantidad de residuos generados aumenta a lo largo del tiempo, dependiendo del desarrollo social y económico. En este contexto, la Municipalidad de San Justo acudió al INTI con la meta de lograr un correcto manejo de sus RSU, atendiendo los impactos ambientales, urbanísticos y económicos. Ambientales, contemplando la disminución en el impacto sobre el aire, el suelo, el agua y, fundamentalmente, el potencial infeccioso que representa un basural a cielo abierto en la ciudad. Urbanístico, considerando necesaria la disminución del mismo y la reubicación de las viviendas que se encuentran en el basural. Económico, por la recuperación de materiales para reinsertarlos como productos con valor agregado y la inclusión laboral de personas que realizan actividades informales.

Un estudio de la Municipalidad dio a conocer que diez familias vivían dentro del basural y subsistían de la recuperación y venta de materiales recogidos en el predio (papel, cartón, vidrios y plásticos) que malvendían a precios bajísimos. Además, se determinó que otras catorce familias, provenientes de barrios cercanos, ingresaban a diario al lugar en busca de residuos. El estudio también demostró que dichas familias están integradas por adultos que tienen entre 19 y 69 años y que comenzaron a trabajar como recolectores de residuos luego de la década del noventa. Según las encuestas realizadas, casi todos los habitantes del basural completaron la escuela primaria.

Con un fuerte compromiso político de intervenir en esta realidad, y teniendo en cuenta que la Planta de Tratamiento y Clasificación de Residuos se va a instalar en el predio del actual basural, fue necesario, como primer paso, reubicar a las familias que vivían en él. La Municipalidad resolvió otorgarles un terreno ubicado en el Barrio Levequi, en la misma ciudad, capacitándolos y brindándoles los materiales necesarios para la construcción de sus hogares con el apoyo de un aporte provincial. Estas familias, que viven del cartoneo, desarrollan sus actividades sin las condiciones de seguridad e higiene mínimas e indispensables. Son conocedoras de este nuevo “oficio” pero no de la precaución que deben tener al realizarlo.

El Proyecto contempla la incorporación de los adultos de estas familias a la nueva planta con el objetivo de constituir una cooperativa de trabajo que operará la Planta de Tratamiento y Clasificación de los RSU, bajo normas de higiene y seguridad. Los asociados tendrán un monotributo social otorgado por la municipalidad y recibirán un ingreso mensual, muy superior al actual, y un porcentaje de las ganancias que obtengan de la venta de los materiales clasificados. Así se promoverá una actividad laboral totalmente formalizada, puestos de trabajo genuinos, erradicación del asentamiento actual con localización de viviendas sociales, acceso a la educación, atención sanitaria y cobertura previsional. Cabe señalar que más de la mitad de los habitantes del basural son menores de edad. En este marco, el municipio tomó el compromiso de dar lugar en la guardería municipal a los hijos menores de 3 años de los recuperadores que van a trabajar en la planta, y aquellos que superen esa edad serán escolarizados si aún no lo están.

Plan de sensibilización comunitaria y educación ambiental
La enseñanza en las escuelas sobre el tratamiento de los RSU es uno de los pilares del Programa. Por tal motivo, en el pasado mes de noviembre se realizó una reunión inaugural en el Salón Blanco del Palacio Municipal, donde los representantes del INTI explicaron a directivos de distintos establecimientos educativos la necesidad de realizar una fuerte campaña de concientización desde las aulas, que se transformará en un plan de acción concreto con el comienzo del ciclo lectivo 2010. De esta manera, se logró el interés y compromiso del personal docente en participar activamente desde las aulas y junto a los alumnos, como parte del plan de sensibilización comunitaria y educación ambiental.

La separación en el hogar: un hábito a incorporar
La separación de los residuos en el hogar permite planificar una recolección diferenciada de las porciones denominadas “secas ó inorgánicas” (vidrio, papeles secos, plásticos, metales) y porciones “húmedas ú orgánicas” (restos de comida, yerba, papel mojado) a realizarse en diferentes días. La separación en origen y la recolección diferenciada son claves, ya que evitan que los distintos tipos de residuos se mezclen y contaminen entre sí. Además, manteniendo los materiales limpios, aumenta considerablemente el porcentaje recuperable, incrementa el costo de ventay disminuye el volumen de lo que se entierra. La separación en origen es un hábito que se debe incorporar porque trae enormes beneficios en toda la cadena de los materiales. Para su correcta implementación, es fundamental trabajar en conjunto con los municipios, las comunas y los representantes de la comunidad (organizaciones barriales, escuelas y ONG´s ambientales).

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