VILLA OCAMPO – NOTA DE OPINIÓN – El estado de Brasil en América del Sur es tan rico como Argentina, pero con la diferencia que gran parte de su territorio está ocupado por La Amazonia… Por Atilio Bruno.El estado de Brasil en América del Sur es tan rico como Argentina, pero con la diferencia que gran parte de su territorio está ocupado por La Amazonia, vastísima llanura surcada por el Río Amazonas y sus afluentes, que forma un enorme embudo y origina la cuenca fluvial más grande del mundo, pero también la menos utilizada, pues la selva con árboles de gran porte y un sotobosques denso, son considerados una de las reservas ecológicas intocables de América Latina.
Brasil, como todos los países del Cono Sur del Nuevo Mundo, sufrió los avatares del colonialismo, de las dictaduras, de los malos gobiernos democráticos y de las crisis mundiales, pero al decir de un conocido científico, tuvo que venir al gobierno un “mecánico tornero” para encarrillar las cosas y lograr que hoy Brasil sea considerado económicamente hablando, la quinta potencia mundial.
¿Qué hicieron bien?
Sin dudas todo lo contrario a lo que hicimos nosotros. Cuando en Argentina, otrora granero del mundo, el gobierno suspendió las exportaciones y/o aumentaba las retenciones, Lula Da Silva hacía sembrar hasta arriba de los árboles y ganaba los mejores mercados para colocar sus carnes, que para nada son superiores a las argentinas, amén de reducir las retenciones a nivel “cero”.
En esta instancia
Si el gobierno argentino actuara solamente con un poquito de inteligencia, podríamos pasar a ser un país satélite tipo Canadá de Estados Unidos y antes de que el poderoso país del norte cayera en desgracia. Siendo satélite de Brasil, nos guste o no, por ósmosis, estaríamos mejorando radicalmente y en poco tiempo nuestras regalías crecerían, al menos, hasta niveles de tranquilidad.
Pero claro, nosotros estamos en la “pavada”, en los atropellos, en el patoterismo de Moyano contra los medios de comunicación y en un “egocentrismo gubernamental” que le impide a la pareja presidencial y sus aliados ver el bosque, pues solamente se conforman con mirar el árbol más raído.
Dijo Danton: “De una gran lucha de ideas surge la verdad, como del rayo nace la serenidad del aire”.