Servicio militar obligatorio

VILLA OCAMPO – NOTA DE OPINION – El servicio militar obligatorio nunca hizo mal a nadie. Por Atilio Bruno.El servicio militar obligatorio nunca hizo mal a nadie. Por el contrario, yo creo y lo debe estar pensando también el lector que pinta canas, hacerlo era un orgullo y hasta otorgaba chapa de hombría y de temple y mas allá de los errores que por ahí se cometían en su implementación, de un sistema militarista cargado de soberbia, atropello y omnipotencia.

Fue uno de los mayores errores de Menem sacarlo, sobre todo si se piensa que lo hizo en el marco de una demagogia institucional, sin consultar a nadie y esgrimiendo un argumento totalmente a contrapelo de lo que el resto del Mundo hace, opina y proyecta.

Lo sucedido en Malvinas no era un motivo válido para tirar todo por tierra, desarmar a mansalva nuestras Fuerzas Armadas hasta tal punto que hoy prácticamente no existan y desestimar por completo una defensa nacional futura, de la que estamos exentos y que de ninguna manera la podemos hacer con gomeras y/o machetes…

REORGANIZAR NUESTRO EJERCITO

A Menem le siguieron los Kirchner, sobrecargados de una mentalidad antimilitarista y de un rencor permanente hacia lo que siempre consideraron “enemigos de la Patria”.

Una Patria entendida a la manera de ellos y en la que no debe existir el disenso ni menos la oposición constructiva que conforman un marco real de democracia.

Entonces, en lugar de hacerse lo que correspondía en todo Estado serio, que es reorganizar las Fuerzas Armadas, aquí se las desmanteló por completo, se humilló al sistema y se le quitó hasta el mínimo apoyo, como si se tratara de una institución innecesaria, irrecuperable y hasta despreciable.

ASI ESTAMOS

Por supuesto que así estamos por los errores cometidos. Ojalá nuestros legisladores se den cuenta a tiempo de lo que hay que hacer a futuro. Tirar sobre la mesa de la discusión la factibilidad de volver al servicio militar obligatorio pero con una salida laboral, reorganizar nuestras queridas Fuerzas Armadas con un espíritu Sanmartiniano y pensar que quizás mañana, pueden invadirnos por el agua para tomar…