Vaticinan 5 años más de sequía

EN LA PROVINCIA DE SANTA FE – La sequía en el norte provincial lleva 4 años y puede que aún falten cinco o seis años más de extrema escasez. Sin industrias, la actividad agrícola ganadera es el sustento principal de la zona, pero la mortandad de hacienda es muy grande, desde hace dos años no se siembra y los problemas sociales se han multiplicado.Se reclama la intervención de la Presidencia de la Nación para solucionar la situación. Según un convenio de 1996 dice que Santiago del Estero debe largar, a través de su subnivelador a la altura de Colonia Dora un caudal de 3 metros cúbicos por segundo para que de esa agua lleguen a Tostado.

La sequía en curso tampoco es, hasta ahora, la peor. Esta se registró en 1956, pero los sistemas productivos de entonces no eran los mismos y, por ende, las pérdidas fueron tan grandes como las que en la actualidad están provocando un verdadero drama social, informa lacapital.com.ar.

En el Departamento 9 de Julio, cuya cabecera es la ciudad de Tostado, a 540 kilómetros de Rosario, ninguno de los 30 mil habitantes que pueblan sus campos, pueblos o ciudades es ajeno al padecimiento de la falta de lluvias. Aunque eso cambió en las últimas horas en Gregoria Pérez de Denis (El Nochero) y Santa Margarita, donde una lluvia de cierta magnitud llenó algunos reservorios.

En las demás poblaciones la lluvia -que ya pasó y ayer mismo volvió a dar paso al impiadoso sol estival- no alcanzó siquiera a aplacar el polvo que, como un fino talco, envuelve todo, incluso a los cada vez más numerosos vecinos que reclaman frente a los edificios comunales. Reclaman todo: agua, comida, empleo; porque hay gente que está perdiendo todo.

Necesitados

Quienes pueden, abandonan la zona; los que no, buscan día tras día la asistencia del Estado frente a los edificios comunales. Las arcas de esas comunas están tan exhaustas como el río Salado, por lo que el círculo social está igualmente afectado.

No hay demanda de mano de obra, por lo que la migración desde el campo a los pueblos no tiene solución de continuidad. Ejércitos de necesitados huyen de los campos y disputan las changas en los pueblos, pero las changas también se han terminado.

Dos años de acarreo de agua.

La falta de lluvias es sólo una parte del problema, que podría llamarse natural. Sin lluvias, se secan las napas y se vacían los reservorios como charcos y lagunas o presas construidas para almacenar.

La otra parte del tema es política, es la decisión de la provincia de Santiago de Estero de incumplir, ex profeso, el acuerdo de 1996 y dejar, según los pobladores santafesinos, sin agua el curso del río Salado una vez que éste ingresa en territorio de la provincia de Santa Fe.

«El problema más grave es el social», contó a La Capital el senador departamental de 9 de Julio, Hugo Terré. «El agua -acota- es el inconveniente más serio para la vida cotidiana. Por la seguía, que lleva cuatro años, la provincia hace más de dos años que acarrea agua en camiones a todas las poblaciones, pero la demanda se incrementa en proporción a la duración y profundización de la sequía. La gente ya no sólo usa el agua que le llega en los camiones para saciar su sed o cocinar, sino también para otros servicios como bañarse por el simple hecho de que no tiene otra».

Litigio anunciado

Por eso Santiago y Santa Fe pusieron, supuestamente, fin a su «guerra del agua» en 1996. Hoy en el norte hablan de otro capítulo de esa misma confrontación.

El río Salado es una cuenca que comprende a tres provincias: Salta, Santiago del Estero y Santa Fe. Antes de llegar a Santa Fe está muy canalizado para riego.

Lucha por el agua

El convenio de 1996 dice que Santiago debe largar, a través de su subnivelador a la altura de Colonia Dora, un caudal de tres metros cúbicos por segundo para que de esa agua lleguen a Tostado unos dos metros cúbicos por segundo.

Si, como dicen en otros países, el futuro estará signado por las disputas por el agua, habría que concluir en que el este santiagueño y el norte santafesino son vanguardistas y viven desde hace décadas en el futuro.

Reclamo

Acotó que «actualmente se está queriendo trasvasar agua del río Dulce al Salado para llevar a agua a las poblaciones del norte. La provincia invirtió en un canal con estaciones de bombeo que no puede funcionar porque no hay agua en el río».

«Hoy no están largando casi nada. Por eso se han visto obligados a intervenir los gobernadores. Binner ya reclamó a su par santiagueño y ahora estamos reclamando la intervención de la Presidencia de la Nación para solucionar la situación. El gobierno santiagueño demostró predisposición, pero los productores de esa provincia ejercen una presión significativa», contó Terré.

Fuente: Agenciafe/Campo Diario