EN ZONAS DE ISLAS SE EVACUAN SIN PROBLEMAS – La falta de campos genera serios trastornos y pérdidas económicas para los ganaderos – Hay gran cantidad de animales pastoreando banquinas, mientras los valores del pastaje se disparan y se deprimen los del ganado.En las últimas semanas los ganaderos de la zona de islas de la provincia de Santa Fe se apresuraron a sacar la totalidad de sus rodeos a tierra firme ante la inminente crecida del río Paraná.
A diferencia de lo ocurrido en 2007, cuando el agua los tomó por sorpresa y en los arreos se ahogó gran cantidad de hacienda, esta vez los productores salen ordenadamente y cumpliendo con todas las exigencias sanitarias (vacunación antiaftosa y baño contra garrapata) sin mayores inconvenientes.
En realidad los problemas los encuentran en tierra firme. En primer lugar prácticamente no existen campos donde ubicar los animales, situación que a su vez genera otros trastornos: infinidad de tropas pastan en las banquinas, a la vera de las rutas, o en callejones internos; los valores del pastaje se fueron por las nubes; y se realizan ventas forzosas a precios muy inferiores.
Al norte del departamento Garay, la Estancia San Joaquín, propiedad de Adecoagro, comenzó a evacuar unas 7.000 cabezas 15 días atrás.
Si bien cuentan con campo propio no es suficiente para alojar todo el stock que se invernaba en 18.000 hectáreas de isla. Por lo tanto se vieron obligados a vender: primero los novillos y luego vacas, que se pagaron como conserva a pesar de salir gordas. “Animales que valen $1.200 se vendieron a $700”, se lamentó el encargado del área ganadera del establecimiento, Mariano García Ratti.
Sin embargo la peor parte se la llevan los pequeños ganaderos de subsistencia, que no cuentan con campos ni tiene poder de negociación. “A ellos estas mismas vacas se las pagan con mucha suerte $500”, aseguró García Ratti.
Según datos de la delegación San Javier del Senasa, las 41.000 cabezas que había en las islas del distrito antes que comience el éxodo pertenecen a 357 productores, de los cuales 286 (80%) tienen hasta 200 cabezas y 162 (45%) apenas cuenta con un rodeo de 1 a 50 animales.
Refiriéndose a este último segmento, el Secretario de la Producción del municipio local, Rubén Favor, aseguró: “El mayor impacto lo sufrirá el pequeño productor de isla que además caza y pesca para subsistir”.
A su vez, el funcionario confirmó que “disponibilidad de campos no hay” y los que se consiguen “piden entre 20 y 30 kilos de novillo por mes y por adelantado dos o tres meses, que es totalmente antieconómico”.
Por otra parte, Favot estimó que, si bien no hay mortandad como en la creciente anterior, igualmente se verá resentida la economía de la región. “Salen un montón de novillos flacos que, a 100 kilos por cabeza de promedio al año a $3.50 el kilo son aproximadamente $14.000.000 que van a dejar de entrar en el distrito”, calculó.
Los pronósticos que manejan las autoridades dan cuenta de una creciente sostenida con probabilidad de agravarse en los primeros meses de 2010. En el corto plazo, además, advierten que si el pico en Iguazú se mantiene algunas semanas más la Dirección Provincial de Vialidad deberá clausurar las alcantarillas de escurrimiento que permiten el drenaje del agua de lluvia dentro de las zonas protegidas con terraplenes. Si esto ocurre, Favot advirtió que se estaría a merced de una lluvia grande que podría complicar también tanto la agricultura (incluido el arroz, cultivo característico de la zona) como la ganadería. “Si se cierran las alcantarillas sobre la ruta 1 y llueve grande el problema se traslada hacia los campos firmes: a todo lo que es agricultura y ganadería de secano porque al no poder drenar el agua se empieza a llenar todo y va a generar un problema”, comentó el funcionario.
Fuente: campo diario