LAS TOSCAS – VISITA A MALVINAS – Jorge Casali, de la ciudad de Las Toscas, contó sobre su experiencia en la inauguración del Cenotafio en las Islas Malvinas. “Me siento consustanciado con la causa Malvinas”, expresó.Familiares de los caídos en Malvinas fueron beneficiados con poder acceder a las Islas, cuya organización estuvo a cargo de Cancillería Argentina, por familiares, y con ayuda también de Ex combatientes.
“Salimos de Santa Fe e hicimos escala en Buenos Aires, para corroborar toda la documentación necesaria, pues para entrar a Malvinas, para los que no saben, es como entrar a la comunidad europea. De ahí, fuimos despedidos por Cancillería y volamos hasta Río Gallegos, provincia de Santa Cruz, haciendo previa escala el viernes a la noche, y ya sábado a la mañana nos embarcamos en avión de LAN Chile hacia Islas Malvinas”, nos comentaba Casali.
El contingente de personas que fueron con Jorge Casali, era de 176 personas, más otros 3 que hacían de coordinadores, 2 médicos brindando apoyo psicológico, y una chica como coordinadora de cascos blancos de Cancillería.
“Allí, en Río Gallegos, nos despidió la Presidenta de la Nación, cosa que me sorprendió mucho. Estuvo con nosotros un tiempo muy prudencial, nos dio ánimos y fuerzas, y nos saludó uno por uno desde las escotillas del avión. Y en menos de dos horas, ya estábamos sobrevolando las Islas”, nos relataba.
Cuenta Jorge, que al llegar bajaron en una base militar inglesa, muy moderna, situada aproximadamente en el centro de la Isla Soledad, la más grande de las dos, que no tiene mucho contacto directo con los habitantes de allí.
Nos decía Casali: “Nos esperaban al bajar del avión, tres micros para llegar al cementerio de Darwin, donde estaban nuestros caídos en Malvinas”. Y prosiguió diciendo: “Fuimos atendidos por jóvenes, de la marina inglesa, en lo respectivo a la alimentación, como el desayuno y demás. Y en un castellano mal hablado, nos explicaban algunas cosas de allá, como ex trincheras argentinas”.
El hermano del Caído en la Guerra de Malvinas, trajo un pedazo de tierra, por pedido de Rolando Gómez para el centro de Ex Combatientes de la ciudad de Villa Ocampo.
A las 11:40 hs. del día sábado, comenzó la inauguración del Cenotafio, con la entronización de la Virgen de Luján.
“Hay un poco más de 340 cruces que representan a los muertos en Malvinas. Y en la parte posterior del cementerio, donde está la cruz mayor y donde está también la virgen, allí está la placa de los 350 muertos en el Belgrano, dentro de los cuales se encuentra mi hermano”, hablaba Casali.
“Esta fue una experiencia indescriptible. Vine hecho otra persona. Mi actitud frente a Malvinas cambió radicalmente. Con tan sólo poner los pies allí se te hace un cosquilleo en la panza, porque pensás en los muchachos de 18 y 20 años que lucharon ahí, con un clima totalmente inhóspito. Siempre digo que Malvinas es algo en medio de la nada, porque realmente no hay nada”, exclamaba emocionado.
“Uno piensa en lo que habrán pasado esos muchachos y ya se te pone la piel de gallina. Y el encuentro con los seres queridos es lo que más cuesta, lo que más emociona, y lo qué más te carcome por dentro”, se sinceraba.
Y seguía: “Todos los que viajamos teníamos un ser querido caído, entonces compartimos esa historia. Me quise autoaislar de los sentimientos, pero es muy fuerte todo allá. Bajar del colectivo y ver a esas madres, a esos hijos en una carrera desenfrenada buscando su cruz. Y al entrar al pórtico del cementerio, las primeras cruces que te reciben dicen “Soldado argentino sólo conocido por Dios”. Realmente es muy fuerte”.
“Yo no me fui a un cementerio. Cada cruz tiene su historia, una historia que hace a nuestra patria, a nuestra bandera. Sólo puedo decir que al ver todo aquello, terminé yendo detrás del cementerio, y comencé a llorar”, concluyó Jorge Casali, hermano de un caído en la Guerra de las Islas Malvinas.