EN LOS CINCO NODOS REGIONALES – Se estudiará el perfil nutricional de niños y adolescentes en los cinco nodos regionales de la provincia. El relevamiento antropométrico, que comprenderá a los habitantes de 0 a 19 años, se realizará desde el lunes 19 hasta el sábado 24 de octubre.El estudio que se llevará a cabo en la totalidad de los centros de salud de la provincia estará a cargo de las direcciones de Estadística, Epidemiología y Maternidad e Infancia dependientes del Ministerio de Salud.
La directora provincial de Maternidad e Infancia, Nora Redondo, explicó que este relevamiento “permitirá conocer como crecen los niños de la provincia, caracterizando a esta población por grupo etáreo y diferencias regionales, evaluando además los diferentes cambios de naturaleza económica, epidemiológica, demográfica y nutricional”.
Redondo destacó que el trabajo tiene por objeto dar respuesta a “la necesidad de seguimiento que permita adecuar acciones, producir información pertinente, analizada y disponible, como insumo para la toma de decisiones y definición de estrategias y brindar pautas respecto del impacto de las política públicas”, añadió.
La funcionaria perteneciente a la cartera sanitaria consignó que “la vigilancia nutricional es una tarea simple y de bajo costo que requiere, básicamente, la utilización de las variables antropométricas”.
Redondo indicó que “mediante técnicas sencillas, el personal de salud de todos los centros de atención del territorio provincial podrán medir, pesar y calcular la masa corporal de todo este grupo, aprovechando todos los contactos que tengan con el sistema de salud, por ejemplo, al retirar medicamentos, anticonceptivos, aplicarse una vacuna o al realizar una consulta médica”.
Asimismo, la funcionaria provincial puntualizó que “estos estudios tienen un lugar destacado en relación a la historia natural de la malnutrición, porque permiten detectar precozmente alteraciones nutricionales que aparecen de manera tardía bajo la forma de signos y síntomas clínicos”.
En ese sentido, especificó que la Talla para la Edad (“acortamiento” que expresa retraso en el crecimiento del pasado) “suele asociarse a factores socioeconómicos como hacinamiento, bajos recursos económicos, condiciones desfavorables en el saneamiento ambiental, entre otros factores”.
“Es un indicador de crecimiento lineal –remarcó– para agregar que puede mostrarnos el retraso del crecimiento en longitud (talla) que resulta de un proceso crónico de malnutrición.
En cuanto al peso para la talla que se asocia generalmente a variables relacionadas con la disponibilidad de alimentos, Redondo dijo que “indica la ganancia o déficit de tejido y masa grasa en comparación a lo esperado en niños de igual longitud (talla); y puede mostrarnos procesos agudos de malnutrición que resulten de una falla en la ganancia progresiva de peso o una pérdida actual de peso producida, por ejemplo, por infecciones u otros procesos agudos”.
Respecto del índice de masa corporal (IMC), la titular de Maternidad e Infancia estimó que “es un buen indicador de composición corporal y masa grasa por lo que constituye una buena herramienta para el diagnóstico y seguimiento de la obesidad, problema nutricional cada vez mas prevalente y preocupante”.
En referencia a los fines de la vigilancia nutricional, Redondo recordó que la talla/edad “constituye un instrumento básico en la planificación del desarrollo de una región o país; en tanto que el peso/talla parece ser el indicador más útil en la evaluación a corto plazo de programas de rehabilitación nutricional y emergencia alimentaria, así como el IMC en la obesidad”.
“Sin embargo –sostuvo– es muy recomendable la utilización combinada de los tres indicadores, ya que permite una evaluación más precisa del estado nutricional”, concluyó.
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