VIAJE A LA EMOCIÓN? – “Lo importante es que a través del diálogo y la negociación los hemos conseguido”, fue el anuncio de la presidenta Cristina Fernández a los Familiares de Caídos en y por Malvinas el último martes 26 de mayo en el salón de actos “Mujeres argentinas del Bicentenario”.De ésta forma, puso fecha al gran anhelo de dar por inaugurado el Monumento en homenaje a los 649 héroes que están como centinelas en nuestras irrenunciables islas del sur.
El viaje soñado se realizará el 3 y el 10 de octubre próximo; las negociaciones surgieron luego del encuentro bilateral que la presidenta mantuviera a fines de marzo pasado con el Premier británico Gordon Brown, durante una reunión de Líderes Progresistas en el mundo realizado en Viña del Mar, Chile.
En días se volverá a escribir una nueva historia sobre Malvinas, pero estas letras tendrán la tinta de la emoción, del esfuerzo, de la constancia, del trabajo silencioso, de las lágrimas empañadas en los pasos constantes del recuerdo. Los pilares emergen desde los cielos eternos, de la turba inmensa, de las aguas heladas… Las voces se multiplican en los corazones de todo un país, de todo un pueblo, el grito de justicia cada día abraza vientos de esperanza, ese ventarrón empujado por una Comisión que camina activa con el amor del recuerdo sin el rencor de la pérdida reparable. Muchas preguntas se sintetizan en una simple respuesta: proyectar en comunión, con la bendición de Dios y la protección de nuestra Virgen María, para llegar al horizonte de nuestras profundas ilusiones.
Aquella ilusión de hacer un Monumento con los nombres de los hijos de la patria, es una realidad, que pudimos comprobar junto con un puñado de familiares en marzo del 2005, y en octubre se podrá poner fin el momento inigualable de que la imagen de la Virgen María quede entronada eternamente abrazando y acompañando a nuestros héroes.
Será un momento único, con varias aristas que harán histórico este acontecimiento: Será la primera vez, después de concluido el conflicto, que un familiar de cada uno de los caídos pisará suelo malvinense. Una situación por la cual la emoción caminará rumbo a los cielos, llevando el mensaje divino a nuestros ángeles valientes que sentirán la caricia helada de sus madres, padres, hermanos e hijos, después de soñar para vivir y luchar para morir ofreciendo sus cuerpos como obstáculos vivientes ante el cruel invasor.
La imagen de la Virgen, que caminó por cada provincia argentina y por estos suelos del litoral santafecino, juntando a su paso el rezo y el cariño de cada hijo para llevar el calor y el abrazo a nuestros centinelas permanentes de las Malvinas. En su rostro estará la mirada de una madre protectora, esa mirada que calma heridas, que ayuda a noches sin sueños, que da la tranquilidad al hijo de la presencia inigualable.
En sus manos bajarán tibias las caricias en las noches frías, aquellas de las trincheras y de las aguas heladas. Y en su manto ascenderá el gran deseo de aquellos que cerraron sus ojos por el descanso eterno, por aquellos que volvieron para el combate diario y para todos los argentinos que saben el origen y la pertenencia de nuestras añoradas islas MALVINAS, en su manto flameará perpetua la bandera nacional.
Por eso Malvinas, no debe surgir solamente un 2 de abril; Malvinas debe ser una charla permanente y una lucha constante, en el recuerdo se va surcando de forma imborrable su inigualable identidad. Malvinas tiene un cuerpo con historia en el pasado, lo tendrá en el futuro gracias a los que luchan por cosechar su presente.
El viaje en octubre ganará un lugar en las hojas eternas y cada uno de los argentinos que despidieron la imagen de nuestra Virgen María, serán parte de esta nueva historia que tiene como protagonista nuevamente a nuestras queridas islas y a todos los que dieron su vida por ellas.
Leonardo Abrahan – Periodista y hermano de un fallecido en Malvinas.